Para la nueva generación de consolas, Xbox decidió lanzar dos versiones, Series X y la S. La primera con las características más potentes y la segunda con opciones reducidas, como la resolución y la cantidad de frames, para venderla a un precio más barato para un público en específico. Sin embargo, los desarrolladores no están muy contentos con esta consola.
Bossa Studios y Rocksteady aseguraron que esta máquina fue una buena decisión para el inicio de la generación en 2020, que compite con la PlayStation 5, pero que actualmente los estudios ya están enfocados en sacar juegos más potentes y esta plataforma termina siendo un “lastre”.
“Los estudios han pasado por un ciclo de desarrollo en el que Series S ha acabado siendo un lastre en la producción, y ahora que los juegos se están desarrollando firmemente con las nuevas consolas en mente los equipos no quieren repetir el proceso”, aseguró Ian Maclure, de Bossa Studios, en su cuenta de Twitter.
Además, el artista VFX del estudio afirma que algunos desarrolladores han pensado en dejar de crear juegos para esa consola porque los deben adaptar a sus especificaciones técnicas y el trabajo se hace más extenso.
“La razón por la que se está escuchando tanto esto últimamente es porque muchos desarrolladores se han reunido en el último año intentando desesperadamente eliminar los requisitos de lanzamiento de la Serie S”, dijo.
Todo esto surgió porque Lee Devonald, artista técnico en Rocksteady, abrió el debate al mencionar el ejemplo de la polémica por las limitaciones de 30 FPS en Gotham Knights, que era necesaria para adaptar el juego a Series S.
“Me gustaría que los jugadores entendieran qué significan los 60 fps en términos de las cosas que se pierden para hacer funcionar más rápido el juego, especialmente teniendo en cuenta que tenemos una consola de actual generación que no es mucho mejor que una de pasada generación”, comentó.
Dónde está el problema
La consola de Xbox ha sido bien recibida por los usuarios y ha permitido que la compañía tenga un buen ritmo en ventas en estos dos primeros años en el mercado. Sin embargo, estas críticas ya han aparecido en otras ocasiones.
Petr Kolář y David Kolečkář del estudio Bohemia Interactive, aseguraron en diciembre de 2021 que la consola puede correr todos los videojuegos de la generación, pero que el punto central del problema está en la resolución que puede alcanzar que es máximo de 1440p, es decir, que no llega al 4K que tiene la Series X o la PlayStation 5.
“Lo importante es que la CPU no se ha degradado, por lo que la Series S no limitará el alcance potencial o las características de los juegos, la Series S no debería tener problemas con los mismos juegos en resoluciones más bajas. Quizás algunos efectos gráficos ajustados”, mencionaron.
Este es el punto central de las limitaciones que hablan los desarrolladores y por el que deben readaptar sus juegos para que cumpla las condiciones de estar en ambas plataformas de nueva generación de Xbox.
Porque si bien la Series S tiene una menor memoria y capacidad de almacenamiento, esto afecta un poco más a la cantidad de juegos instalados al mismo tiempo que a la resolución alcanzada o su rendimiento, porque ambas pueden llegar a los 120 FPS dependiendo los ajustes.
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