Prevenir un terremoto o cualquier desastre natural sigue siendo un reto para la humanidad. De hecho, Latinoamérica vive muy de cerca este fenómeno al ser la segunda región en el mundo más propensa a este tipo de catástrofes, aunque la tecnología es una solución a este panorama.
Según el Banco de desarrollo de América Latina una de las recomendaciones principales para reducir la exposición a los desastres es aprovechar las nuevas tecnologías para la evaluación de riesgos y prevenir vulnerabilidades.
Desde el año 2000, según la ONU, 152 millones de personas han sido afectadas por más de 1.205 catástrofes naturales incluyendo inundaciones, huracanes, terremotos, sequías, aludes, deslaves, incendios, temperaturas extremas y eventos volcánicos.
La tecnología ofrece una solución
La primera herramienta a tener en cuenta son las redes y los sistemas de radiocomunicación, ya que la voz sigue siendo la base de toda la operación de la organización entre las entidades públicas y los organismos de emergencia.
Según Ramón Montañez, director de estrategia para mercados internacionales de Motorola Solutions, en este sector se han establecido diferentes estándares mundiales como P25, TETRA y DMR, que al final le dan a la radio mejores funciones de audio, durabilidad, ergonomía y seguridad. A estos se suman otros sistemas de alerta como botones de alerta, sensores, monitoreo de ritmo cardiaco, GPS, monitorio de estructuras y muchos más.
Un fuerte aliado del audio es el video y la instalación de cámaras fijas y móviles que permiten hacer un registro al detalle de movimientos, patrones y matriculas para minimizar el impacto de los desastres naturales, no solo en el hallazgo de víctimas sino también en la prevención de secuelas en estructuras.
La inteligencia artificial puede trabajar de la mano con esta herramienta, al realizar búsquedas con reconcomiendo facial y que en general permiten predecir con confiabilidad lo que sucede o está por suceder, y de esa forma hacer intervención inmediata, ejecución de planes de emergencia y despliegue de agencias.
Estas cámaras pueden ser instaladas en lugares estratégicos de la ciudad, también en los uniformes de los rescatistas o en los vehículos de emergencia.
Otra tecnología que es clave en todo este entorno de respuesta a un desastre son los drones, ya que pueden mantener un vuelo constante mientras transmiten video en tiempo real y en alta calidad. A esto hay que sumarle que existen drones-ambulancia que pueden ayudar asistir a una persona remotamente, incluso de un paro cardiorrespiratorio con su equipo desfibrilador externo automático.
El director de estrategia para mercados internacionales de Motorola Solutions, explica que esta herramienta no solo puede dar información adicional o atender directamente una situación sino que también, permite ahorrar tiempo y desgaste a los socorristas. Lo anterior, debido a que algunos de estos drones cuentan con captura de imágenes infrarrojas y en alta definición, sin interrupción, así como sensores de medición láser.
Todo esto converge en un punto fundamental durante la atención de desastres: el centro de comando. Este es el cerebro de la operación y el lugar donde se puede hacer diferencia si se cuentan con sistemas adecuados para responder a las diferentes solicitudes. Para ello, hay un software avanzado y especializado que permite seleccionar, priorizar y analizar diferentes situaciones al recibir mucha información como: lecturas meteorológicas, imágenes satelitales, mediciones de sistemas de alerta temprana, sensores, redes sociales, topografía, transmisión de video vía drones y cámaras, etc.
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