Una nueva misión de la Administración Espacial Aeronáutica de Estados Unidos (NASA) permitirá un estudio más profundo del ciclo del agua en diferentes fuentes hídricas distribuidas en todo el planeta. El objetivo requerirá el uso de un satélite que podrá reingresar a la atmósfera de la Tierra luego de terminar su vida útil.
La herramienta usada para realizar esta misión será el satélite de “Topografía de las aguas superficiales y del océano” (SWOT por sus siglas en inglés), fabricado por la compañía francesa Thales Alenia Space para la agencia espacial de Francia (CNES) y la NASA.
Además, sus pares de Canadá y Reino Unido también se harán presentes como colaboradoras para medir la dinámica de los océanos con alta precisión.
Según el sitio web oficial de la misión, el lanzamiento del satélite estará a cargo de SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, y será ejecutado el 5 de diciembre de este año en un cohete Falcon 9, que puede ser reutilizado parcialmente y es utilizado para la puesta en órbita de otros artefactos similares.
Las misiones de SWOT
Una vez en órbita, el satélite iniciará la ejecución de las dos misiones para las que fue diseñado. La primera, hidrográfica, estará relacionada con la recolección de información sobre la disponibilidad de agua dulce en el planeta y permitirá determinar un cambio en los volúmenes de este recurso.
Estas mediciones son fundamentales para preparar a los habitantes del planeta ante importantes riesgos relacionados con el agua, como las inundaciones y las sequías.
En su segunda misión, se realizarán estudios de oceanografía, que serán determinantes para entender más cómo es que los océanos participan en el esquema del cambio climático y permitirá comprender más sobre el medio ambiente de las profundidades, incluido el movimiento de los nutrientes que sustentan la vida de los seres que habitan esos espacios y los contaminantes nocivos que los ponen en riesgo.
“La misión SWOT es emblemática no solo porque pretende encontrar una respuesta a los desafíos internacionales del clima, sino también porque trata de uno de nuestros recursos compartidos más críticos: el agua”, indica Christophe Duplay, director del programa SWOT en Thales Alenia Space.
Una vez que se haya terminado la recolección de información de SWOT y su vida útil llegue a su fin, el satélite iniciará un reingreso a la atmósfera terrestre de forma controlada, un hecho histórico en la industria aeroespacial, que pretende combatir el problema de la basura espacial.
Según Duplay, el satélite va a permitir a los científicos estudiar por primera vez la totalidad del ciclo del agua, desde los lagos y los ríos hasta los mares y los océanos.
La misión del satélite SWOT tendrá aplicaciones en la prevención del impacto de las inundaciones y sequías, las reservas de agua dulce, las rutas de comercio fluviales. Además de operaciones marinas como el transporte de carga y de materiales como petróleo, gestión de las zonas costeras, entendimiento del clima y la pesca.
El satélite vigilará al menos el 90% del planeta Tierra estudiando los lagos, ríos y océanos al menos dos veces de forma periódica cada 21 días para mejorar los modelos de circulación oceánica y las predicciones meteorológicas y climáticas, y ayudar a la gestión del agua dulce en todo el mundo.
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