Con el incremento del mercado de la tecnología, las empresas han girado su atención a los sistemas de seguridad digitales para evitar ser víctimas de filtraciones de datos que puedan perjudicar sus operaciones o los bienes de sus clientes.
Sin embargo, darle la atención debida a este tipo de situaciones no debería ser un acto exclusivo de las grandes compañías, pues las medianas y pequeñas empresas también pueden verse afectadas por ataques cibernéticos. Un estudio realizado por Clark School de la Universidad de Maryland en Estados Unidos indica que aproximadamente cada 39 segundos se produce un ciberataque en el mundo.
Además, según la empresa de ciberseguridad Kaspersky, entre enero y abril de 2022 las amenazas más usuales para las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) en Latinoamérica fueron Troyano-PSW (que roba contraseñas), los ataques de internet y las afectaciones al Protocolo de Escritorio Remoto.
La empresa indicó también que un ataque en promedio deja 155 mil dólares en pérdidas sumado a la reputación.
La economía y los procesos se han digitalizado
La pandemia ha generado una aceleración en el proceso de digitalización de la economía y el entorno empresarial. Actualmente, pequeños negocios habilitan opciones de pago virtuales, por lo que también están expuestas a los riesgos que eso conlleva.
“Ellas (las PyMEs) también tuvieron que transformarse y no necesariamente tenían las mejores prácticas y políticas de seguridad para esta nueva realidad”, dice Andrés García, director de Pequeñas y Medianas Empresas para Microsoft en Latinoamérica
Un solo ataque para una empresa mediana o pequeña puede significar el final del negocio debido a las pérdidas económicas que se pueden generar. Además, no solo se pierde dinero, sino también credibilidad y la confianza de los clientes, por lo que a largo plazo podría verse aún más afectada.
“Una fuga de datos personales puede dañar la reputación de una empresa de manera casi irreversible y rompe la confianza de sus clientes, socios e inversionistas”, afirma Andrés Rengifo, director de Asuntos Corporativos, Externos y Legales de Microsoft para la región Andino Sur.
La prevención es clave
Los cibercriminales, al igual que un ladrón común, tienden a atacar a las organizaciones que estén menos preparadas para lidiar con estas situaciones, por lo que las PyMEs, al tener menor presupuesto para prevenir ataques o no considerar esta situación en general, son más vulnerables.
Aunque se puede ver a las vulneraciones de seguridad como una oportunidad para mejorar los sistemas de las organizaciones, estas decisiones son tan importantes que no deben realizarse basadas en el temor de volver a tener una experiencia similar, sino en un análisis cuidadoso de las necesidades y la realidad económica.
El objetivo es invertir únicamente en aquellas herramientas que sean necesarias para asegurar algún nivel de protección. Una inversión mal hecha puede afectar a la empresa y, finalmente, se crea una sensación pasajera de falsa seguridad.
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