Muchas personas sueñan con volver al futuro y comprar bitcoins en sus inicios. Otros recuerdan que sí se enteraron de la criptomoneda cuando valía una fracción de centavo y dejaron pasar la oportunidad. En esa situación pueden encontrarse muchos ingenieros y programadores que pasaron por alto una oferta laboral de una pequeña start-up recién fundada que luego se convertiría en un gigante digital, y que ofrecía acciones como parte del salario.
El anuncio, publicado en 1994 por Jeff Bezos, se viralizó por estos días en las redes sociales por el contraste entre la oferta y la enorme perspectiva de futuro que nadie imaginaba.
“Una empresa bien capitalizada de Seattle busca desarrolladores de Unix”, titula el anuncio, fechado el 22 de agosto de 1994, hace 28 años.
“Una start-up bien capitalizada busca desarrolladores C/C++/Unix de gran talento para ayudar a ser pioneros en el comercio en Internet”, detallaba un treintañero Bezos, un mes y medio después de fundar la compañía, inicialmente llamada Cadabra. Un año después pasaría a llamarse Amazon.
El anuncio marcaba un desafío: requería experiencia “diseñando y construyendo sistemas grandes y complejos (pero mantenibles)”, así como la capacidad de hacerlo “en aproximadamente un tercio del tiempo que la mayoría de la gente competente cree posible”.
Entre las calificaciones mínimas, pedía una licenciatura, un máster o un doctorado en informática o su equivalente. Pero más énfasis puso en las habilidades de comunicación “de primera categoría”, a las que describía como “esenciales” para el puesto. Menos importante, pero valorable, era la familiaridad con los servidores web y HTML.
El detalle clave del anuncio, imposible de prever en ese momento, es que se ofrecía como parte de la compensación “una participación significativa en el capital”, cuando el valor de las acciones de Amazon todavía estaban lejos de dispararse estratosféricamente.
Bezos prometía que el entorno laboral sería con compañeros “talentosos, motivados, intensos e interesantes”, y aclaraba que los interesados debían tener disponibilidad de mudarse a Seattle.
“Somos un empleador con igualdad de oportunidades”, añadió, y terminó el anuncio con una cita del pionero informático Alan Kay: “Es más fácil inventar el futuro que predecirlo”.
Tres meses después de aquella búsqueda laboral, Bezos empezó a vender libros. Posteriormente, se expandió a la venta de videojuegos y música. Para el nuevo siglo, se abocó a productos de consumo y a mediados de la década del 2000 fundó el que es hoy su producto estrella, Amazon Web Services, los servicios en la nube.
Actualmente Amazon tiene una capitalización de mercado de 1,37 billones de dólares, ubicándose como la quinta empresa más valiosa del mundo, por detrás de Apple, la petrolera Saudi Aramco, Microsoft y Alphabet (Google). Por su parte, Bezos figura en el tercer puesto del ranking de Forbes entre los más ricos del mundo, superado por Elon Musk (Tesla, SpaceX) y Bernard Arnault (LVMH), con un patrimonio estimado de 159 mil millones de dólares.
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