El Manchester City, desde que recibió inversiones de los Emiratos Árabes Unidos en 2008, es uno de los clubes tecnológicamente más avanzados del mundo. Algo ha quedado claro, habitualmente, mediante el uso del big data para la toma de decisiones o en las propias instalaciones del club.
En esta oportunidad, el club dirigido por Pep Guardiola ha ido más allá, lanzando una bufanda inteligente para que la lleven los aficionados del club, y los sensores que incorpora monitoricen sus cambios fisiológicos como respuesta a las emociones en los partidos.
Este lanzamiento es uno de los frutos de la alianza que los Citizens firmaron con Cisco hace casi tres años. El objetivo, “comprender mejor las emociones” de quienes lo llevan mientras el equipo está en el campo.
Cómo funciona la nueva bufanda inteligente del Manchester City
La mayoría de los sensores que lleva esta bufanda son los que se pueden encontrar en cualquier reloj inteligente moderno. Desde acelerómetro hasta sensor de temperatura pasando por sensor de actividad electrodérmica, sensor de frecuencia cardíaca o PPG (fotopletismografía).
Trabajando juntos, pueden entender que representan pequeños cambios biométricos en la persona que lleva la bufanda (sensores colocados justo en la zona del cuello), que una vez tratados pueden considerarse un síntoma de ciertas emociones.
Así lo explica el club en su sitio web de lanzamiento, diciendo que invitó a seis fanáticos del City a usarlo durante un partido para recopilar señales biológicas de sus cuerpos y analizar su estado en cada momento.
¿Para qué? Pues desde para “servir como un estudio en la pasión que compartimos” hasta “dar forma a experiencias más personalizadas en el futuro”. O lo que es lo mismo: para saber cuál es el momento óptimo para ofrecer productos o experiencias específicas a un fan concreto.
Por ahora, la bufanda inteligente solo será recibida por un grupo preseleccionado de seguidores del club, según Reuters, como parte de un programa piloto que podría extenderse la próxima temporada. El New York City FC, un club de Nueva York que comparte la propiedad de los padres con el City Group británico, también recibirá un piloto similar.
En las próximas semanas, se espera que se resuelvan una serie de incógnitas en torno a esta bufanda, como por ejemplo las siguientes:
- Cuáles son las ventajas que ofrecen los aficionados al entregar al club las emociones más íntimas en un partido (sus propios cambios fisiológicos).
- Cómo estos datos son recibidos en el club.
- Si la historia de cada bufanda está vinculada a un usuario en particular o no (con suerte para el propósito final de este producto).
- Qué garantías de privacidad ofrece el Manchester City a quienes deciden portar.
- Cuál es la reacción de los fanáticos ante este lanzamiento, cambia por completo el enfoque del icono por excelencia para los aficionados de un equipo de fútbol.
Así funcionará el fuera de juego semiautomático para el Mundial de Qatar 2022
Como explica FIFA, el nuevo sistema de detección de fuera de juego depende de tres factores técnicos:
- El primero es un sensor llamado Unidad de Medición Inercial, ubicado dentro del Al Rihla, el balón oficial de competición fabricado por Adidas. El dispositivo envía datos 500 veces por segundo a la sala de VAR y detalla exactamente cuándo un jugador toca el balón.
- El segundo es un sistema de 12 cámaras instalado bajo el techo de cada estadio. Se han desarrollado para realizar un seguimiento del balón y de los jugadores, detectando 29 puntos específicos del cuerpo que cuentan para el fuera de juego. Toda esta información se envía 50 veces por segundo y se utiliza para calcular las posiciones exactas de los jugadores del partido.
- El tercer factor es que los datos de la cámara y la pelota son procesados por IA, que enviará una alerta al VAR cuando se detecte una posición avanzada.
En cualquier caso, las sanciones en el juego no son automáticas, ya que el árbitro asistente de video analizará la situación y notificará a los presentes en el terreno de juego. La decisión final estará en manos del árbitro y sus asistentes.
SEGUIR LEYENDO