Las pantallas pueden influir en la salud de las personas, especialmente las de los celulares que son usados cada vez con más intensidad. Sin embargo, no todas las preocupaciones que suelen pesar sobre los teléfonos móviles están basadas en evidencia científica.
Y es que, actualmente las personas pasan horas enteras enganchados a las pantallas por trabajo, ocio y costumbre. Las preguntas sobre el impacto que puede tener en la salud planean sobre su uso desde hace años, pero todavía no hay respuesta para todas.
Por lo tanto, en Infobae, y con declaraciones del optómetra Sergio Augusto Melo, de la División de Salud Estudiantil de la Dirección de Bienestar Universitario de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se responderán preguntas para que los lectores tengan en cuenta al momento de utilizar sus dispositivos.
El sobreesfuerzo de la distancia, un factor clave
Augusto Melo señala que la luz visible que se percibe está formada por bandas o rayos de diferentes colores. Este valor se mide en longitud de onda, donde la longitud de onda más corta es la longitud de onda que contiene la mayor cantidad de energía.
“La luz azul es un rango del espectro de luz visible, generalmente reconocido por tener una longitud de onda entre 400 y 495 nanómetros (nm). Las descripciones típicas del tono son violeta para 400 a 450 nm; azul, cerca de 470 nm, y verde azulado, de 480 a 495 nm. Las longitudes de onda más cortas, aquellas entre 400 y 450 nm, tienen más energía, siendo de 400 a 425 nm el nivel más alto”, explica.
Agrega que “el ojo humano solo es capaz de distinguir radiaciones entre 400 y 700 nm, por debajo de los 400 nm entramos en la franja de las radiaciones ultravioletas, y por encima de los 700 nm en la región del infrarrojo. Una mezcla proporcionada de todas las longitudes de onda entre 400 y 500 nm constituye la luz blanca”.
Explique que el ojo enfoca los rayos de luz incidentes para formar una imagen en la retina; en este proceso, enfoca la luz, aumentando la densidad de energía en la retina, lo que afecta la cantidad de radiación que llega a ella.
Según los expertos, las longitudes de onda situadas en la región de transición entre la luz ultravioleta y la visible (por debajo de 380 nm) penetrarán más profundamente en el entorno ocular para llegar a la retina y estimular los receptores del ojo.
La luz azul realmente daña los ojos
La luz azul de onda corta de alta energía entre 415 y 455 nm es la más dañina. El optómetra Melo explica: “la absorción del cristalino da lugar a su opacificación (catarata) y la penetración directa del cristalino hacia la retina provoca un daño retinal fotoquímico irreversible”
También señala que las molestias oculares relacionadas con la luz azul se están convirtiendo en una preocupación cada vez más frecuente, “porque debido a la longitud de onda corta de la luz azul, el foco no se encuentra en el centro de la retina sino en su parte frontal, por lo que un tiempo prolongado de exposición a la luz azul provoca un empeoramiento de la fatiga visual y la miopía”
Asimismo, síntomas como la visión doble y la incapacidad para concentrarse pueden afectar el rendimiento escolar y laboral.
La extensión del daño está relacionada con varios factores, como:
- La intensidad de la luz azul que recibe el ojo.
- La distancia de la iluminación.
- La dirección de la línea de visión.
- Y el espectro de la fuente de luz.
Recomendaciones para cuidar los ojos
- Activar los filtros del dispositivo para minimizar las emisiones de luz azul.
- Aplicar filtros protectores a los lentes correctivos para minimizar la exposición a la luz azul y optimizar la calidad de la visión.
- Mantener una distancia de trabajo para proporcionar suficiente espacio para ver el contenido de la pantalla de manera adecuada.
- Equilibrar la luz ambiental natural y artificial.
- Usar lubricantes oculares para mantener saludable la superficie del ojo.
- Tomar descansos: dejar el dispositivo, caminar y mirar un punto distante que ayuda a reducir el estrés visual, físico y mental.
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