La tecnología ha provocado grandes cambios a lo largo de la historia, como la revolución industrial o ahora el internet, pues gracias a este, acceder a todo tipo de información y servicios es mucho más fácil y rápido que antes.

Estos son 8 tipos de negocios que han dejado de existir debido al internet

Hace muchos años el plan de muchas personas en pareja, con amigos o en familia, era dirigirse a los conocidos “videoclub” a alquilar o comprar películas para ver en casa, primero en formato VHS y luego en DVD.

Sin embargo, era eminente que con la llegada del internet y la invención de plataformas de streaming como Netflix, HBO o Amazon Prime Video, este tipo de negocios se acabarían, quedando solamente como un nostálgico recuerdo de los años 80, 90 y 2000 para ambientar series y películas de época.

Con el fin de esta industria, un hecho muy conocido fue el que protagonizó BlockBuster cuando rechazó la idea del actual CEO de Netflix para mudar el alquiler de películas al internet.

No sería nada raro que la antigua dirección de el que fue el rey de los videoclubs, ahora se lamente de esta decisión, pues en el año 2010 tuvieron que anunciar públicamente su bancarrota.

Si se fue un estudiante de colegio en los años 90 hacia atrás, se recordará que la manera de hacer las tareas era buscando en las enciclopedias por tomos que compraban los padres de familia o que se hallaban disponibles en las bibliotecas públicas.

Para los millennials de los últimos años y las siguientes generaciones, resultaría un poco dispendioso tener que hacer investigaciones en libros cuando ahora solo es necesario digitar unas cuantas palabras clave en Google para obtener un sin fin de información y en solo segundos.

Y es que con la democratización del internet y la creación de sitios web como Wikipedia, los libros y enciclopedias pasaron a ser algo del pasado, de hecho la Enciclopedia Británica dejó de publicarse en 2012, y “El Mundo de los Niños” ahora es “memorabilia”.

Google Maps y otros servicios de ubicación en la web y por aplicaciones, como Waze, supusieron una revolución en la manera de buscar direcciones y transportarse por carretera. Pues los grandes mapas que se doblaban en pequeñas partes, desde hace muchos años dejaron de venderse como pan caliente.

Lo usual para las típicas familias del siglo pasado era dirigirse a agencias de viajes para que les asesoraran en la búsqueda del destino de sus próximas vacaciones, la reserva de hoteles y compra de pasajes. Este tipo de negocios funcionaban quedándose con una comisión.

Actualmente estos servicios se encuentran en peligro de extinción, debido a que existen muchas plataformas en la web por medio de las cuales se compran tiquetes de vuelos directamente a la aerolínea, se reservan diferentes tipos de hospedajes y se consulta información sobre el destino, como Trivago, Airbnb o Booking.

Las librerías han vivido un proceso similar a las enciclopedias, pues ahora las personas por medio de tiendas virtuales compran libros que les llegan directamente a sus domicilios o los descargan para leerlos en sus dispositivos como celulares o computadoras.

Sin embargo, este tipo de locales comerciales han logrado sobrevivir al transformarse en centros culturales que albergan eventos, cafeterías y otros tipos de experiencias que hace que sea muy interesante ir una tarde a disfrutar de un título acompañado de una bebida caliente.

También conocidos como directorios, hoy en día son totalmente inútiles incluso en algunos países del mundo se han prohibido por la contaminación que provocan, en pleno 2022 y desde hace varios años cualquier contacto y dirección se encuentra en Google.

La industria musical ha tenido que reinventarse varias veces a lo largo de la historia, han existido los Longplays, cassettes y los CD que fueron reemplazados por el internet, pues ahora se puede escuchar música en Spotify, YouTube y muchas otras plataformas de streaming.

En la actualidad todo tipo de información y noticias se encuentran a una “googleada” de distancia, y aunque aún existen los periódicos de papel, cada vez se compran menos y los grandes medios escritos ofrecen suscripciones para acceder a sus publicaciones o dejan libre el acceso a sus sitios web por medio de la publicidad.

SEGUIR LEYENDO: