Una enorme carpa blanca sustentada por una estructura metálica llama la atención de los espectadores de VirtualityBA, el evento de metaverso que se lleva a cabo en el predio de La Rural, en Buenos Aires, este viernes 20 y mañana sábado 21 de mayo.
¿Qué ocurre allí dentro? Al ingresar a este domo gigante, el espectador queda inmerso en una experiencia de luces y sonidos, creada por la productora Sumo Inmersiva. En el techo se ven proyectadas imágenes dinámicas que se acompañan con música electrónica, para crear un ambiente estimulante. Son varios minutos de gráficos coloridos y frases que crean un relato digital que invita a repensar el mundo actual a la luz de la innovación.
Al salir, se puede continuar el recorrido por numerosos stands con experiencias de realidad virtual, aumentada y simuladores. Uno de los aspectos más destacados son las diferentes propuestas artísticas que se pueden ver, tanto en formato físico como virtual.
Museo digital
El museo digital es uno de los principales protagonistas de VirtualityBA, que en su primera jornada recibió más de 7 mil personas. Hologramas y cuadros en movimiento sorprenden el espacio curado por el Grupo Uxart. Las obras están dispuestas de manera tal que el espectador va descubriendo, a cada paso, una propuesta diferente en la cual el elemento en común es la tecnología.
“Creamos un laboratorio para que los artistas tradicionales se piensen en digital. El primero de los artistas con el que trabajamos fue Julio Le Parc, quien intervino el Obelisco en noviembre de 2019. En ese entonces, se pasó una proyección de mapping sobre ese monumento y ahora se recreó el concepto aquí”, explica a Infobae, Felipe Durán, CEO de Uxart, que también está integrado por Gustavo Errico (productor) y Beto Resano (director técnico y de innovación).
En el museo se pueden encontrar obras de Miguel Ángel Vidal, Gyula Kosice, MacEntyre y Rogelio Polesello, que fueron reconstruidas digitalmente junto con la curadora María José Herrera. Estos artistas son exponentes del movimiento cinético, una corriente en la cual las obras exhiben movimiento o, en otras ocasiones, generan esa sensación en el espectador.
Las piezas de Le Parc, Kosice, Vidal y Echegaray que se pueden apreciar en este espacio están también en exposición en la muestra internacional Bienal, que se lleva adelante en Venecia, Italia.
A su vez, en la muestra hay una versión en realidad aumentada de la obra de Marta Minujín El pago de la deuda externa argentina con maíz, “el oro latinoamericano”, del año 1985, en la cual se la ve a la autora argentina junto al artista plástico estadounidense Andy Warhol.
En el centro del espacio se puede apreciar una bola transparente que tienen en su interior 250 Ethereum. Se trata de Cryptoball, una obra de Alberto Echegaray, cuyas producciones se destacan por mostrar la integración del dinero con el arte. A su vez, se creó una versión digital de esta criptobola NFT (un desarrollo de Uxart Lab y Rdigital), que se puede ver proyectada en formato 3D, en este recorrido.
“Durante todo el año vamos a hacer presencia en ferias con las obras digitales de la Bienal. Para esto se creo también XReal, que es un festival de NFT a cielo abierto que tuvo lugar, en diciembre, en Isla El Descanso, en el Delta del Tigre. El plan es que llevar ese mismo evento, que mezcla obras virtuales con físicas, a todo el mundo”, subraya Durán, que es oriundo de Colombia y ya lleva varios años viviendo en la Argentina.
Los creadores de este museo digital, invitan a descargar, sin costo, la app Uxart, una propuesta de metaverso en realidad aumentada en la cual los usuarios pueden interactuar con algunas de las piezas digitales en exposición; e incluso descargarlas a su móvil.
Cartas mágicas, cuadros y esculturas en formato NFT
“Soy uruguaya, estudié Bellas Artes en Argentina y en Barcelona hice especialización en arte digital”, cuenta a Infobae la artista multifacética I am Maia, que tiene un stand en el que se pueden ver su arte que plasma un mundo mágico totalmente creado por ella.
Ese mundo viene en formato de cartas coleccionables donde se ven hadas, monstruos, aliens e insectos. Ese soporte físico tiene a su vez una edición digital en formato de NFT, que son tokens inscriptos en una cadena de bloque, a la que se puede acceder escaneando un código QR.
La creadora cuenta que ya publicó 13 NFT de sus cartas mágicas en Open Sea, un espacio para generar y comercial estos activos digitales. Su arte viene en tres facetas, como explica la artista: cartas, esculturas y joyas. Al adquirir el NFT, se puede obtener alguno de esos tres soportes físicos o todos, según el valor que se decida abonar.
Muy cerca de su stand se puede ver la propuesta de Martín Lago y sus socios de r3d_cod3, un emprendimiento especializado en hacer versiones modificadas de NFT populares como los BAYC, tokens de caricaturas de monos. Sus productos digitales se comercializan en Open Sea y Rarible. También ofrecen cuadros físicos.
Paul Fernández, creador de Fire Community, tiene en su stand con una experiencia de realidad virtual para que los usuarios jueguen a pintar en un universo digital. Además, exhibe diferentes esculturas y cuadros en formato físico. Además, está trabajando en una colección de NFT y en una iniciativa para abrir galerías de arte que condensen lo mejor del universo analógico y digital en Nueva York y Miami.
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