El derecho a la desconexión digital es el que tienen los empleados a no contestar mensajes, llamadas, mails, WhatsApp y otro tipo de comunicaciones fuera de su horario laboral, licencia o vacaciones. El primer país en reconocer este derecho por medio de una norma fue Francia en 2016.
A su vez, en España está contemplado en la Ley de Teletrabajo de 2020. Después de la pandemia y con el avance del teletrabajo, varios países siguieron estos pasos e implementaron diferentes normativas que apuntan a regular el uso de las tecnologías de la comunicación a fin de garantizar el respeto por el tiempo de descanso y las vacaciones de los trabajadores.
En Argentina, está avalado por la Ley 27.555. En el artículo 5 se menciona que “el empleador no podrá exigir a la persona que trabaja la realización de tareas, ni remitirle comunicaciones, por ningún medio, fuera de la jornada laboral”. En el caso de Colombia, la norma que ampara este aspecto es la Ley 2.191, donde además de hacer mención a lo que comprende este derecho, se aclara que “la inobservancia del derecho a la desconexión laboral podrá constituir una conducta de acoso laboral,
En Perú, la desconexión digital está estipulado en el Decreto Supremo Nº 004/2021-TR que complementa las disposiciones incluidas en el Decreto de Urgencia Nº 127-2020. Allí también se plantean multas a las compañías que incumplan con esta normativa.
En México también se apoya este derecho, regulado por la Ley Federal del Trabajo y lo mismo ocurre en Chile, donde el texto aclara que “el empleador no podrá establecer comunicaciones ni formular órdenes u otros requerimientos en días de descanso, permisos o feriado anual de los trabajadores”.
Los beneficios
La desconexión digital se describe en los diferentes países, en términos generales, de igual manera, más allá de las variaciones que pueda haber en cuanto a la forma de regular reclamos y las sanciones que se imponen.
La importancia de que existan normas al respecto es que amparan un derecho y como tal le dan a los empleados la herramienta para hacer valer su necesidad de pausa digital que, según afirman diferentes expertos, es necesario para la salud y el bienestar.
Además, este cuidado de la salud también redunda en creces para los empleadores porque los trabajadores descansados son más productivos; y eventualmente reduce los gastos que puede producir a la empresa tener integrantes con el síndrome del burn out.
“En la actualidad, una causa importante de estrés como enfermedad es el mal uso de los objetos tecnológicos y la incapacidad de poder desconectarnos. La hiperconectividad, es decir la alta exposición a pantallas que nos conectan día y noche con otras personas a través de las redes sociales, WhatsApp y otra infinidad de herramientas, hace que cada vez sea más difícil dar descanso a nuestras mentes, hacer una pausa necesaria, relajarnos y generar nuestro necesario tiempo a solas para pensar. Esto termina estresándonos a pasos agigantados”, analizó la Psicología María Paula Martínez, en esta nota previamente publicada en Infobae, donde se analizan los problemas de la hiperconectividad.
El exceso de notificaciones que se pueden dar, tanto fuera como del ámbito laboral, hacen que la atención se divida en múltiples puntos y esto impacta de manera negativa en la productividad. Si resulta difícil establecer momentos de bloqueo de alertas y avisos durante la jornada, al menos queda la posibilidad de estar “offline” fuera del horario laboral. Esto es lo que queda amparado por el derecho a la desconexión laboral.
Los constantes “ring” y sonidos de alertas del móvil son una distracción pero se, y más cuando el usuario ingresa a ver el mensaje o correo que se recibió. Al ser notificado de una situación, o recibir un pedido o reclamos la persona puede sentir la urgencia de responder. Esa urgencia de actuar, y el estrés que genera quedar “enganchado” con el tema laboral de ocasión, puede ocasionar diferentes problemas de salud, como la ansiedad, que tienen una prevalencia mundial de entre el 15 y 20%.
Los trastornos de ansiedad pueden propiciar un alto nivel de sufrimiento personal, problemas en el funcionamiento familiar, en la pareja y en las relaciones interpersonales. La doctora en Salud Pública Ana Carolina Lemos Pereira de la Universidad Estatal de Campinas, Brasil (Unicamp), explicó al portal Folha: “Hemos observado que las personas trabajan mucho más que el tiempo que tiene estipulado, ya sea a través de los mensajes de WhatsApp o a partir de la sobrecarga de correos electrónicos fuera del horario laboral”.
Por otra parte, la falta de desconexión digital en lo laboral también impacta negativamente en la productividad. “Así como cuidamos los espacios de reuniones, o los espacios de desarrollo personal espiritual o laboral también se necesitan espacios de ocio elegidos. Cuando uno tiene ocio también puede generar distintas conexiones que no habría generado de otra manera. Muchas ideas ocurren en los momentos de ocio”, analizó Martina Rua, autora junto con Pablo Fernández del libro Cómo domar tus pantallas.
En este texto, los expertos remarcan sobre todo la necesidad de establecer limites; establecer una división entre la vida personal y privada y sobre todo, darse siempre un espacio para estar offline.
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