Criptomonedas y NFT’s: la moda que contaminaría más que un país y no tiene regulaciones

Para generar uno de estos entes descentralizados es necesario usar enormes cantidades de energía que se traducen en huellas de CO2

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Las criptomonedas y los NFT producen contaminación que no puede ser medida con exactitud al ser entes descentralizados (Foto: Pixabay)
Las criptomonedas y los NFT producen contaminación que no puede ser medida con exactitud al ser entes descentralizados (Foto: Pixabay)

En los últimos años la moda de las criptomonedas como bitcoin, ethereum, dogecoin, entre otras, han ido en aumento. A la par, los NFT (Non-Fungible Tokens) se han ganado cierta fama sin embargo, para crear cada uno de ellos se usan altas cantidades de energía que generan los mismos niveles de contaminación que países como Suiza o Argentina.

Al ser una tendencia tecnológica nueva, no hay regulaciones claras sobre el tema y las que existen están enfocadas al sistema financiero y sus transacciones, no por el CO2 que generan a través de su consumo energético.

Por qué producen tanta contaminación

Para entender esto es necesario saber todo sobre cómo son generadas algunas criptomonedas “viejas” como bitcoin o NFT’s, basta con un ejemplo: Si una persona deja encendidos todos los días los aparatos electrónicos de su casa, como la computadora, el televisor, la licuadora y más, el recibo a pagar el fin de mes será altamente costoso porque gastó mucha energía.

(Foto: Pixabay)
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Lo mismo ocurre con las criptomonedas y los NTF’s, pues para cada uno de ellos es necesario poner a trabajar granjas de computadoras (las 24 horas del día) que contaminan lo mismo que un país, lo que puede provocar un fuerte impacto al medio ambiente.

De acuerdo con un reporte de la Universidad de Cambridge hecho por los investigadores del Índice de Consumo Eléctrico del Bitcoin (CBECI), si el bitcoin fuera un país, estaría entre los 30 países que utilizan más energía en el mundo, por encima de Argentina y Suiza.

Por qué requieren tanta energía

En el caso de las criptomonedas, es necesario resolver un problema matemático: a eso se le conoce como minería, ya que por cada ecuación resuelta se entregan ganancias. Para encontrar ese resultado los mineros necesitan usar varias computadoras con GPU potentes que tienen trabajando a tope.

Si a eso se le se suma que hay miles de mineros -no solo usan una computadora sino granjas completas- en todo el mundo intentando resolver primero la ecuación para quedarse con el beneficio, el consumo de energía y recursos resulta preocupante.

(Foto: Pixabay)
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Juan Pablo Pineda, Chief Operating Officer de Mensajeros Urbanos, explicó para Infobae que esto se puede entender como un juego de lotería. “Para que yo pueda participar en esa lotería (como minero) tengo que demostrar trabajo, que me gaste energía y recursos. Si no demuestro eso, cualquiera puede simular ser muchos mineros diferentes, y se puede adueñar de la red. Entonces para evitar que alguien se adueñe de toda la red cada uno tiene que demostrar que gastó energía y recursos”.

Algo similar ocurre con los NFT que para garantizar su autenticidad requieren de un certificado que depende de cadenas de bloques o blockchain en la red Ethereum, es decir, llevar a cabo un proceso, aunque más simple, similar al de las criptomonedas.

“Lo que en sí hace blockchain no es generar criptomonedas, es generar un certificado descentralizado del que tú eres acreedor de esa porción de información. El certificado es generado por cada uno de los nodos de la red blockchain [...] Un nodo es básicamente una de las computadoras localizadas en cada parte del mundo que sirven como servidor de blockchain”, señaló el programador Víctor Fabían para Infobae México.

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A pesar de que los NFT tienen similitud con las criptomonedas, no se sabe con certeza cuál es la huella de carbono que están dejando a su paso, en primer lugar por la falta de regulaciones, y en segundo, porque son entidades descentralizadas y no hay autoridades que verifiquen sus transacciones.

Por ahora el punto de referencia más claro es el de la Universidad de Cambridge, la cual únicamente se centra en bitcoin, una criptomoneda que se comienza a considerar como “vieja” por los protocolos que usa para ser minada.

La solución

Cómo se mencionó anteriormente el bitcoin es una criptomoneda ya considerada como “vieja” por que el protocolo que utiliza es conocido como Proof of Work (PoW), que es la labor computacional de los mineros por encontrar primero el resultado a la ecuación y recibir la recompensa. Para resolver eso, está un tipo de monería más actualizada llamada Proof of Stake (PoS).

PoW fue el primer mecanismo de consenso de criptomonedas y una alternativa que usa menos energía es PoS que apareció en 2012 con el lanzamiento de Peercoin, que hace validaciones en función a cuántas monedas se han apostado o colocado.

(Foto: Pixabay)
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Pineda ejemplificó su modo de funcionar, suponiendo que se trata de una lotería. “Si compro un ticket de lotería pues tengo una probabilidad súper baja de ganar, pero si compro 10 tickets voy a tenes más posibilidades; pero igualmente nadie va a poder comprar el 100% de los tickets porque va a ser una cantidad de dinero tan grande que nadie es capaz de tener”.

De ese modo, ya no se requieren los sistemas computacionales como los de bitcoin, y se puede seguir realizando la minería, además de que, según el experto, tampoco es posible que una sola persona o grupo de criptomineros se adueñen del sistema.

Otro modo más simple, es que los mineros que usan PoS se muden a países en donde use energía solar, eólica, nuclear o geotérmica. No obstante, el mismo especialista reconoció que “no es fácil porque el minero se va a ubicar en donde le salga más barato”.

(Foto: Pixabay)
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El PoS a diferencia del PoW no exige que los mineros demuestren que gastaron recursos para resolver el problema, sino que se basa en quién tiene más para darle la oportunidad de seguir acumulando criptomonedas.

Antecedentes para el mundo

Hasta la segunda mitad del 2021 China era el país principal en realizar minería PoS, sin embargo, en septiembre Pekín decidió prohibir y declarar como ilegales todas las transacciones con criptomonedas, incluyendo la minería, en parte por un “problema de seguridad nacional” y para continuar con su lucha contra los niveles de CO2.

Tras ello, parte de los mineros que operaban en el gigante asiático se mudaron a Kazajistán, donde el suministro de energía fue tomado de las reservas de hisdrocarburos de dicho país, haciéndose en uno de los 5 países que dominan la minería. Unos meses después de la mudanza de mineros chinos (enero del 2022), hubo violentas protestas por el aumento en los precios de combustibles y un apagón de energía que según Larry Cermak, vicepresidente de investigación del sitio web de criptomonedas The Block, hizo que la minería tuviera un descenso del 12 por ciento.

En ese momento, Anirudh Rastogi, fundador de la firma de abogados de tecnología Ikigai Law, declaró a CNN, que esos eventos podrían obligar a los mineros a acelerar la adopción de tecnología más sostenible para la minería, que consume mucha menos electricidad.

FILE PHOTO: A representations of cryptocurrency bitcoin and Ethereum placed on U.S. dollars in this illustration taken, January 24, 2022. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo
FILE PHOTO: A representations of cryptocurrency bitcoin and Ethereum placed on U.S. dollars in this illustration taken, January 24, 2022. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo

En ese sentido es que hay criptomonedas como ethereum, que están migrando de PoW a PoS (ethereum 2.0), y hay otras que han nacido con el nuevo sistema de validaciones como es el caso de solana y polygon. Aunque también dependera de que criptos como bitcoin pierdan o sigan ganando relevancia.

Es de recordar, que también en las transacciones descentralizadas gastan mucha energía, mientras que entidades financieras como MasterCard, en comparación, no lo hacen y son igual de confiables.

“MasterCard no tiene el problema de de de de poner de acuerdo a 1.000 entes descentralizados, es el que toma su decisión de ser válida o no, entonces no se gasta nada de energía en aceptar una transacción. No tiene que ponerse acuerdo con 1.000 personas. Si comparas una transacción de MasterCard contra una de Bitcoin la cantidad de energía que estás gastándote es monumental, como un 1% versus 99% para una sola transacción”, apuntó.

Mientras se opta por una opción menos contaminante, que como último recurso es que desaparezcan, la emoción de ser parte de la tendencia y a estar a la moda está cegando el problema de la contaminación y las urgentes regulaciones que los países deben aplicar para su control.

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