Qué es la nube híbrida y cuáles son las ventajas para los empresarios

Una nube híbrida mezcla dos o más tipos de entornos de nube. Es una combinación entre nubes públicas y privadas que se unen para lograr lo mejor de los dos mundos.

“Para que una nube sea verdaderamente híbrida, los diferentes entornos de nube deben estar estrechamente interconectados entre sí, funcionando, en esencia, como una infraestructura combinada”, se aclara en el sitio de Cloudflare.

La nube híbrida busca optimizar la infraestructura de modo tal que se pueda gestionar mejor la carga de trabajo entre la nube privada y pública.

El funcionamiento de las nubes públicas y privadas que constituyen una nube híbrida no difiere del funcionamiento de las que son independientes. El funcionamiento se da de esta manera, según se detalla en el sitio de Red Hat:

1. Se conectan varias computadoras entre sí a través de una red de área local (LAN), una red de área amplia (WAN), una red privada virtual (VPN) o las interfaces de programación de aplicaciones (API).

2. La virtualización, los contenedores o el almacenamiento definido por software aíslan los recursos, que pueden agruparse en lagos de datos.

3. El software de gestión distribuye esos recursos entre los entornos donde se pueden ejecutar las aplicaciones, los cuales luego se implementan según se soliciten, con la ayuda de un servicio de autenticación.

Beneficios

Agilidad. Desde DataCloud destacan que una nube híbrida permite unificar mejor los recursos de la nube pública y privada en un mismo entorno, lo cual da mayor agilidad a los procesos.

Flexibilidad. Cuando surgen cambios en la demanda de recursos, la nube híbrida permite gestionar de manera más sencilla, ya que las empresas pueden ampliar la infraestructura para administrar el trabajo, según sea necesario.

Seguridad. En un informe elaborado por IBM se detalla que una nube híbrida bien construida puede dar servicio a procesos seguros y de misión crítica, como la posibilidad de recibir pagos de clientes (un servicio de nube privada) y procesos secundarios, como el procesamiento de la nómina de empleados (un servicio de nube pública).

Control: La compañía puede controlar mejor y de manera más efectiva qué recursos mantendrá en cada nube. Así, podría mantener una infraestructura privada para aquellos procesos que, por ejemplo, sean más confidenciales o requieran menos latencia.

Costo-Beneficio. Es un sistema más rentable ya que permite escalar el entorno de modo que se abone solo por la capacidad informática que se requiera.

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