Este robot reemplaza a los humanos en viajes: conoce, se expresa y siente como su dueño

El humanoide ha sido probado en una visita a la fundación cultural Bienal de Venecia en Italia, mientras su dueño estaba en Génova

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Robot iCub 3. (foto: Breaking
Robot iCub 3. (foto: Breaking Latest News)

Imaginarse un planeta habitado por miles de robots y que se comuniquen entre ellos a través de avatares podría parecer una locura. Isaac Asimov, en su novela ‘El sol desnudo’, creó un mundo donde las personas envíaban a sus dúos tecnológicos, en este caso hologramas, para encontrarse en un determinado lugar; al mismo estilo Mark Zuckerberg con los avatares en el metaverso.

Ahora bien, quien no quisiera poder visitar el Empire State en Nueva York, o el Burj Khalifa en Dubai sin salir de su ciudad, y en su lugar enviar un robot para que pueda ver lo que se exhibe allí. O, incluso poder demostrarle cariño al instructor del plan turístico. Todo esto parece una fantasía tecnológica, pero iCub lo puede hacer realidad.

Cómo es el robot iCub3

“Sentir y moverse en un lugar sin estar en él, este es el principal objetivo del nuevo sistema de telexistencia avanzada del robot iCub también llamado sistema de avatar iCub3″, dicen los desarrolladores de iCub3 del Instituto Italiano de Tecnología (IIT) con sede en Génova.

iCub es un robot humanoide con aspecto de niño, un poco más grande que sus predecesores, con un peso de 33 kg y poco más de un metro. ICub3 pesa 52 kg y mide 1,25 metros de largo. Creado por este centro tecnológico italiano y un consorcio de varias universidades europeas.

Puede caminar, sentarse e incluso moverse a cuatro patas. Como robot social, su rostro está diseñado para poder reproducir expresiones faciales humanas.

Robot iCub3. (foto: ANSA)
Robot iCub3. (foto: ANSA)

El desarrollo actual es el resultado de una investigación realizada por un equipo dirigido por Daniele Pucci, investigador principal del Laboratorio de Inteligencia Artificial y Mecánica (AMI).

Su objetivo es obtener robots humanoides que puedan actuar como avatares, cuerpos robóticos que actúen en nombre de los humanos sin reemplazarlos, pero permitiéndoles estar donde ellos no pueden. Visitar una exposición, por ejemplo, aunque se esperan otros muchos usos.

Qué funciones y aplicaciones tiene iCub3

“Creemos que esta dirección de investigación tiene un enorme potencial en muchos campos”, explica Pucci. “Por un lado, la pandemia actual nos ha enseñado que los sistemas avanzados de telepresencia pueden llegar a ser necesarios muy rápidamente en distintos campos, como la sanidad y la logística. Por otro lado, los avatares podrían permitir a las personas con graves discapacidades físicas trabajar y realizar tareas en el mundo real a través del cuerpo robótico. Esto puede ser una evolución de las tecnologías de rehabilitación y prótesis”.

Las capacidades del iCub3 se demostraron a través de una visita turística. Un ejecutivo en Génova, en la sede del IIT, “visitó” el Pabellón de Italia durante la 17ª edición de la Bienal de Venecia, a 300 km de distancia. De hecho, fue esta nueva versión del robot humanoide la que recorrió la exhibición. El humano gestiona el robot a través de una conexión de fibra básica, con solo unos pocos milisegundos de retraso.

“Los investigadores han demostrado que el sistema transmite los movimientos, los gestos, la voz y las expresiones faciales del operador al avatar del robot, y recibe retroalimentación visual, auditiva y táctil”, según el IIT.

En otras palabras, el “turista” inmóvil miraba a través de los ojos de un robot, caminaba a pie y tocaba con su mano, que tenía cinco dedos que recreaban articulaciones humanas. Y también escuchó y habló a través de su avatar.

El robot iCub 3 camina
El robot iCub 3 camina por el pabellón italiano de la Bienal de Venecia. (foto: IIT- Istituto Italiano Di Tecnologia)

Durante la demostración, el sistema iFeel rastreó los movimientos del cuerpo del operador, que fue transferido al iCub3 en Venecia. El robot se mueve como su usuario en Génova, incluso en sus expresiones, hasta los “parpadeos y movimientos de los ojos”, que el avatar “reproduce con una fidelidad asombrosa”.

Quien controlaba al robot podía sonreír, hablar y estrechar la mano al guía en Venecia. Y, mientras este último abrazaba al robot, el operador de génova lo sintió gracias al traje iFeel. Los instructores y los usuarios también pueden hablar a través del androide.

El robot y su operador,
El robot y su operador, con el traje iFeel que permite manejarlo. (foto: IIT)

“Es la primera vez que se prueba un sistema con todas estas características utilizando un robot humanoide con piernas para el turismo a distancia, de modo que el operador humano pueda sentir y experimentar lo que sucede en el lugar donde se encuentra el avatar”.

Este sistema es un prototipo y puede seguir desarrollándose “para ser aplicado en diferentes situaciones, desde la respuesta a desastres hasta la asistencia sanitaria, y también en el metaverso”, según concluye Pucci.

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