Científicos han encontrado que el centro de la Tierra está enfriándose más rápido de lo esperado, lo que podría significar el fin del planeta e incluso de toda la vida que le habita. Por lo anterior están estudiando a fondo el tema.
Desde hace más de 4.5 millones de años el núcleo del planeta ha permanecido extremadamente caliente, siendo clave para la vida. Inevitablemente se ha ido enfriando, lo que hará que en el futuro se convierta en la roca fría e inerte.
En una reciente investigación consultada por la BBC algunos científicos encontraron que dicho enfriamiento está ocurriendo más rápido de lo que se pensaba.
A pesar de lo anterior nadie podrá ver cómo se enfría por completo la Tierra. Si bien está ocurriendo más rápidamente, lo hace en una escala de miles de millones de años, así que no se sabe con certeza qué pasará cuando llegue la muerte del planeta.
Aún así los expertos han coincidido en estudiar dichos procesos clave para entender mejor la evolución de la Tierra y los fenómenos que afectan a la vida que habita en ella.
Qué ocurrirá cuando se enfríe
Primero cabe recordar que el núcleo de la Tierra se encuentra a casi 3.000 kilómetros de profundidad de la corteza terrestre y que su temperatura de los 4.400°C a los 6.000°C, es decir, un calor parecido al del Sol.
Está compuesto de dos capas; la primera es interna la cual tiene líquido maleable compuesto de hierro y níquel, mientras que en el externo se forma el campo magnético de la Tierra, mismo que protege de los vientos solares. Si se enfría por completo desaparecerá el campo magnético, entre otras cosas.
Su energía térmica se emana desde el interior y se relaciona con fenómenos como la actividad volcánica y el movimiento de placas tectónicas que a su vez pueden ocasionar sismos y otros eventos.
Dicho lo anterior, un grupo de científicos del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich (ETH) y de la Institución Carnegie de Ciencia, en Estados Unidos, considera que una forma de entender la clave del enfriamiento del núcleo está en los minerales que transportan el núcleo hacia el manto.
Existe una frontera del núcleo formada por un mineral llamado bridgmanita, cuya estructura es de cristal y solo se encuentra bajo grandes presiones y a partir de los 700 kilómetros de profundidad la cual es fundamental en irradiar calor del centro al exterior.
Actualmente ninguna tecnología permite excavar y estudiar los minerales a esa profundidad, por lo que un profesor del ETH, Motohito Murakami diseñó un experimento para simular dichas condiciones desde un laboratorio.
Junto a su equipo ideó un método para medir la cantidad de calor que conduce la bidgmanita. Para ello fabricaron un diamante de ese material a partir de los materiales que la componen y lo insertaron en un dispositivo que simula la presión y temperatura de la frontera del núcleo.
Le dispararon pulsos de rayos láser que irradiaban y calentaban el material para ver cómo reaccionaba el material en diferentes escenarios, permitiéndoles encontrar que la “conductividad térmica de la bridgmanita es aproximadamente 1,5 veces mayor de lo que se suponía”.
Eso quiere decir que el flujo de calor desde el núcleo hasta el manto es mayor de lo que se creía. Dicho en otras palabras, mientras más rápida es esa transferencia más rápidamente se pierde el calor del núcleo, acelerando el enfriamiento de la Tierra.
Los científicos creen que el enfriamiento también podría cambiar la composición de los minerales que se encuentran en el manto. Por ejemplo, cuando la bridgmanita se enfría, se convierte en el mineral post-perovskita.
La post-perovskita conduce el calor de mejor forma que la bridgmanita, sin embargo, a medida que la última se convierta en el primer mineral el enfriamiento de la Tierra será mayor.
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