Twitter suspendió este miércoles la cuenta de un bot por estropear la solución del Wordle del día siguiente, el popularísimo juego de palabras de Internet.
El juego, que sólo ofrece un rompecabezas al día, ha acumulado millones de jugadores desde que se puso en línea el año pasado.
Pero el perfil de Twitter @wordlinator parecía decidido a arruinar la diversión de los participantes que publicaban sus puntuaciones en la red social.
“La cuenta a la que se hace referencia fue suspendida por violar las reglas de Twitter y las reglas de automatización sobre el envío de @menciones no solicitadas”, dijo un portavoz de Twitter a la AFP.
La cuenta del bot respondía automáticamente a las cuentas que publicaban sus puntuaciones en Wordle con mensajes como “Adivina qué. A la gente no le importan tus mediocres escapadas lingüísticas. Para darte una lección, la palabra de mañana es...”, seguida de la respuesta real del día siguiente.
Es probable que la persona que está detrás de la cuenta @wordlinator haya encontrado las próximas palabras ganadoras simplemente mirando el código fuente de la página web de Wordle.
“¿Qué clase de persona enferma y retorcida hay que ser para odiar tanto la visión de la gente que disfruta de una actividad inofensiva como para hackear Wordle?”, preguntó un jugador en Twitter el martes.
Twitter dijo que no tolera que su plataforma se utilice para acosar a otros usuarios.
Su política también señala que el envío de menciones, respuestas o mensajes directos no solicitados, agresivos o masivos justifica la suspensión de la plataforma o la eliminación de la cuenta en cuestión.
Aunque Wordle da a los jugadores seis oportunidades para adivinar una palabra de cinco letras, no tiene una aplicación móvil y sólo está disponible en un navegador web, el juego se ha puesto rápidamente de moda, en parte gracias a la posibilidad de que los usuarios compartan sus puntuaciones en cuadrículas verdes, amarillas y grises en las redes sociales.
Parte de lo que hace especial a Wordle es que no cuesta nada jugar, y además, lo que es más insólito, no tiene publicidad. Su diseñador, Josh Wardle, un ingeniero de software afincado en Brooklyn pero originario de Gales, ha decidido no monetizar el juego.
“Creo que la gente aprecia que exista esta cosa en línea que es simplemente divertida”, dijo Wardle a The New York Times. “No trata de hacer nada turbio con tus datos o tus globos oculares”.
(Con información de AFP)
SEGUIR LEYENDO: