Esta semana se ha hecho viral en Twitter un hilo en en el que Guido García, ingeniero de telecomunicaciones y experto en desarrollo de software, explica cómo instaló una impresora doméstica para que su abuela pueda tener las fotos en formato físico que hacía su teléfono inteligente. “Estas Navidades hice un cacharro para enviar fotos a mi abuela que no tiene móvil ni internet”, menciona Guido.
Todo lo que necesitó para crear este dispositivo es la aplicación Telegram, una microchip Raspberry Pi, una conexión a Internet y una tarjeta SIM. El resultado es la impresión de fotografías a través de una impresora térmica. “El resultado tiene notas vintage y cierto aroma a polaroid. Mejor de lo que esperaba”, resume Guido en el hilo de Twitter.
El tema cubre todas las explicaciones técnicas para ensamblar una impresora doméstica y ha tenido un impacto significativo debido a su facilidad de uso. “La verdad es que no es un aparato especialmente complicado. Cabe en el bolsillo de cualquiera con conocimientos básicos de electrónica y programación. Para mí lo más complicado es la puesta a punto; es decir ponerle un módem 4G, porque esto es la primera vez que lo uso”, cuenta Guido García al medio Hipertextual.
La tecnología debe ser para todos
En los comentarios, muchos usuarios aplaudieron que el programador diera la idea de instalar una impresora casera para su abuela. De hecho, hace mucho tiempo se planteó una idea similar con un mecanismo muy similar.
Se trata de un Yayagram, un dispositivo donde puede enviar mensajes de voz a través de Telegram con solo pulsar un botón e imprimir cada mensaje que recibe.
Al final, fueron dos nietos que sabían de programación y tecnología los que tuvieron la idea de que sus abuelas sin formación tecnológica pudieran tener acceso instantáneo a comunicarse con plataformas como Telegram con una impresora.
Guido García cree que se necesitan más iniciativas como esta, pero no solo para ayudar a las personas mayores. “Necesitamos trabajar aún más para que la tecnología funcione para todos, no al revés”, mencionó.
“Vivimos en una época de riqueza de medios y pobreza de fines: la tecnología es más accesible que nunca, pero generalmente sólo dedicamos esfuerzo a lo que es rentable económicamente. Así, tenemos a las mentes más brillantes del planeta trabajando para ponernos mejores anuncios. A nivel aficionado sí que existe una gran comunidad “maker” muy activa. Personas compartiendo ideas, código, diseños, inventos, pero que quizá no tengan suficiente visibilidad”, explica Guido.
Una impresora para simplificar la vida de las personas mayores con la tecnología
En paralelo, en un mundo lleno de innovaciones tecnológicas, una simple impresora doméstica puede conquistar Internet. Sobre todo si detrás de él está la bonita historia de un nieto y su abuela. “Yo tengo un perfil muy técnico pero cada vez valoro más la simplicidad y la usabilidad. Puede sonar paradójico, pero a veces hacer un diseño sencillo y reducir la complejidad es lo más difícil” explica Guido y añadió que, detrás de la idea, está quizás la clave del éxito de algunas marcas y empresas.
La abuela de Guido García aún no ha visto la impresora casera que construyó su nieto. “Sería una sorpresa. Definitivamente lo recibirá con cierto escepticismo porque no le gustaba mucho la tecnología”, lamentó.
Sin embargo, García espera que cuando las imágenes comiencen a aparecer y se encuentre sin nada que hacer, cambie de opinión por ver los esfuerzos que ha hecho su nieto para hacerle la vida un poco más fácil tecnológicamente.
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