NASA: esta es la tecnología que se necesita para desviar un asteroide

Para determinar cómo redirigir un asteroide, se tomó en cuenta la distancia entre un asteroide y el ojo de la cerradura de la gravedad

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Foto de espacio con un asteroide cerca de la Tierra. (foto: National Geographic en Español)
Foto de espacio con un asteroide cerca de la Tierra. (foto: National Geographic en Español)

La presencia de asteroides cercanos a la Tierra ha obligado a la NASA a iniciar los preparativos para la denominada misión DART, o su sistema anti-esteroide, con el objetivo de redirigir estos objetos rocosos fuera de la órbita terrestre.

En octubre del año pasado, se conoció que un asteroide de tamaño similar a las Pirámides de Giza, además de acercarse a otros escombros de nuestro planeta, obligó a la Administración Nacional de la Agencia a que la aeronáutica y el espacio debían poner en servicio este sistema. No es la primera vez que la NASA ha desplegado un programa de estas características, como lo ha hecho con el programa denominado “Sutter Ultra”.

En este último caso, su función principal es la detección anticipada de asteroides que pudieran impactar contra la Tierra, utilizando los recursos extraídos de estos fragmentos de roca para fines industriales. Sin embargo, la NASA se está preparando para posibles escenarios en los que un asteroide podría colisionar con nuestro planeta.

El lanzamiento de la misión DART

La idea de la NASA es lanzar un cohete SpaceX Falcon 9 desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California el 24 de noviembre, que chocará contra el asteroide mientras se desvía de su órbita original. Un cohete diseñado por la empresa de fabricación aeroespacial SpaceX, propiedad de Elon Musk.

En cuanto a la misión, el objetivo era la colisión del cohete con un asteroide llamado Didymos, que tiene un diámetro de más de 700 metros. Desde la NASA, especifican que el objetivo es “sacudir el asteroide” para redirigir su órbita, en lugar de destruirlo.

Asteroide acercándose a la Tierra. Ilustraciones de computadora de un asteroide que ingresa a la atmósfera de la Tierra. (foto: SCIEPRO)
Asteroide acercándose a la Tierra. Ilustraciones de computadora de un asteroide que ingresa a la atmósfera de la Tierra. (foto: SCIEPRO)

Serán 10 meses de viaje

La misión comenzará su viaje desde la Base de la Fuerza Espacial en Vandenberg, California, temprano en la mañana del miércoles 24 (a partir de las 1:20 a.m. aproximadamente en Latinoamérica).

Desde allí, viajará once millones de kilómetros hasta llegar en 2022 al sistema binario de Didymos, formado por dos asteroides: uno principal y otro secundario, llamado Dimorphos, que orbita alrededor del primero. Este último, siendo como una especie de Luna, será el objetivo de la nave espacial DART, porque chocará contra ella pero no la destruirá, solo con la intención de desviarla de su órbita con un “pequeño empuje espacial”.

“La colisión cambiará la velocidad del satélite en su órbita en una fracción de 1%, lo que cambiará su período orbital en varios minutos, el tiempo suficiente para ser observado y medido con telescopios en la Tierra”, explica la NASA.

Base de la Fuerza Espacial en Vandenberg. (foto: Ventos)
Base de la Fuerza Espacial en Vandenberg. (foto: Ventos)

Tecnología para desviar un asteroide

En 2007, la NASA concluyó en un informe presentado al Congreso de los Estados Unidos que en caso de que un asteroide se dirigiera hacia la Tierra, la forma más efectiva de desviarlo sería arrojar una bomba nuclear al espacio. La fuerza de su detonación destruiría al asteroide, pero el planeta tuviera que hacer frente a posibles efectos nucleares. De hecho, el uso de armas nucleares para mitigar los impactos de los asteroides sigue siendo un tema controvertido y muy debatido en la comunidad de organizaciones responsables de la defensa del planeta.

La segunda mejor opción era enviar un “impactador cinético”, es decir, una nave espacial, cohete u otro proyectil que, si apuntaba en la dirección correcta y con la velocidad adecuada, chocaría con el asteroide, transfiriendo una fracción de su impulso y sacándolo de su camino de regreso a la Tierra. “El principio básico de la física es como jugar al billar”, dice Paek.

Sung Wook Paek. (foto: THE ELEC)
Sung Wook Paek. (foto: THE ELEC)

Sin embargo, para que un impactador cinético tenga éxito, Olivier de Weck, profesor de aeronáutica y astronáutica e ingeniería de sistemas, afirma que: “las propiedades del asteroide, como su masa, su cantidad de movimiento, su trayectoria y la composición de su superficie debe conocerse con la mayor precisión posible. Esto significa que al diseñar una misión de desvío, los científicos y los líderes de la misión deben tener en cuenta la incertidumbre”.

Olivier de Weck. (foto: MIT AeroAstro)
Olivier de Weck. (foto: MIT AeroAstro)

“¿Importa si la probabilidad de éxito de una misión es del 99,9% o solo del 90%? Cuando se trata de desviar a un potencial asesino de planetas, apostamos que sí “, explica Weck. “Por lo tanto, debemos ser más inteligentes cuando diseñamos misiones en función del nivel de incertidumbre”.

Ojo de cerradura gravitacional

Los investigadores han ayudado a simular varias variables específicas, como la masa, el momento y la órbita del asteroide, así como el grado de incertidumbre dentro de cada una de estas variables.

Más importante aún, tomaron en cuenta la distancia entre un asteroide y el ojo de la cerradura de la gravedad, así como cuánto tiempo tendrían los científicos antes de que el asteroide alcanzara un punto donde la gravedad inevitablemente atraería hacia el planeta.

El ojo de la cerradura es como abrir el tapón de una bañera, una vez abierto el asteroide se moverá hacia la Tierra como el agua hacia un fregadero.

Asteroides en el espacio. (foto: Business Insider España)
Asteroides en el espacio. (foto: Business Insider España)

Entonces, se evaluaron tres opciones. La primera es si Dimorphos atraviesa el ojo de una cerradura en cinco o más años, habría tiempo suficiente para enviar dos exploradores, uno para medir el tamaño del asteroide y el otro para empujarlo fuera de la órbita.

Si el paso del ojo de la cerradura ocurre durante un período de dos a cinco años, puede ser el momento de enviar a un explorador para medir el asteroide y ajustar los parámetros de un proyectil más grande antes de enviar el impacto para desviar el asteroide.

Si Apophis atraviesa el ojo de la cerradura en un año terrestre o menos, Paek dice que podría ser demasiado tarde. “Incluso un actor principal puede no haber llegado al asteroide durante este tiempo”, concluye el científico.

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