Trabajadoras y trabajadores sexuales online están entre la espada y la pared a causa de las nuevas políticas de Master Card, así como de plataformas donde solían subir su contenido para ganar algunos dólares.
Una de las víctimas de las nuevas regulaciones, según el sitio Mashable, es la actriz Allie Eve Knox quien se gana la vida subiendo videos en solitario, con temática de dominación e incluso mukbangs en sitios porno como iWantClips, sin embargo, el pasado octubre la plataforma eliminó miles de sus videos, dejándola en una crisis financiera y laboral.
“Literalmente borraron siete años de mi carrera”, dijo para el sitio. “Me puso en una jodida espiral”, sentenció.
Tras ello intentó ver sus opciones para resolver la situación, ya que no está dispuesta a dejar el porno. No obstante, dijo estar preocupada por el pago de sus cuentas después de que su material fue retirado.
Y es que las nuevas regulaciones de Master Card sobre contenido explícito en páginas de Internet entraron en vigor desde el mes pasado, dejando a varias personas en la misma situación que la actriz de BDSM.
Entre las medidas que deben cumplir los trabajadores del porno está la verificación de identidad; la aprobación por parte del sitio anfitrión antes de la publicación; y además vetaron ciertas etiquetas. De no cumplir el material puede ser borrado, como le ocurrió a Knox.
La intención de la nueva política es prevenir el material de abuso sexual infantil y otro contenido no consensuado. Sin embargo, en la práctica, dichos requisitos son difíciles, si no imposibles, de cumplir para los trabajadores sexuales quienes terminan en una situación de vulnerabilidad.
Por ejemplo, nuevas regulaciones de Master Card sobre contenido explícito de páginas para adultos, aplica, el sitio tendrá que revisar cada uno de los miles de videos que subieron creadores de contenido para determinar si cumplen con la norma.
Debido a que ese trabajo resultaría humanamente imposible de verificar en tiempo y forma los sitios le dejan el trabajo a sus algoritmos e Inteligencia Artificial. No obstante, al tratarse de pornografía la revisión automática se plaga de errores, pues a diferencia de otras plataformas, cuando hay un término como “golpes” o “violación” se quita el material sin problema, pero en la industria del porno el contenido puede ser consensuado a pesar de la etiqueta.
Por ello es que los trabajadores del porno, así como defensores de derechos humanos señalan que esto pone en vulnerabilidad a los miembros de la industria.
Si bien el ejemplo anterior es para una etiqueta que pueden usar actrices como Knox, cuya vertiente es BDSM, las normas también afectan a quienes suben contenido “vainilla” y usan diferentes vestuarios o hacen solitarios frente a espejos, ya que el algoritmo los detecta como varias personas y les solicita el documento de consentimiento de los participantes para poderlo subir.
“Todos merecen acceso a servicios financieros y todos deberían poder ganarse la vida, mantenerse a sí mismos y a sus familias. La discriminación financiera y otras leyes y políticas que criminalizan o estigmatizan el trabajo sexual dañan de manera desproporcionada la seguridad y el bienestar [...] enfrían nuestro derecho a la libertad de expresión e invaden nuestra privacidad”, dijo ACLU en su artículo Cómo la nueva política de Mastercard viola los derechos de los trabajadores sexuales.
De tal modo, los trabajadores sexuales se encuentran acorralados entre las nuevas políticas de Mastercard y las normas aplicadas en el sitio donde suben su contenido, pues en adición les piden otros documentos como reconocimiento facial, entre otras cosas.
Todo esto llega tras varias polémicas pasadas sobre el tema de contenido para adultos como lo fue el contenido ilegal sobre menores de edad que fue encontrado en PornHub, así como las regulaciones de OnlyFans u otras antiguas como Tumblr, que aunque sus propósitos fueron en pro de la legalidad, terminan por afectar a creadores de contenido adulto que están en orden y viven de ello.
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