Aunque los siniestros son eventos que no se pueden ser predecir, es posible amortiguar sus efectos a través de un seguro. En ese sentido es importante que el asegurador tenga implementado todo un conjunto de procesos que le permita atender las demandas.
Durante la pandemia de covid-19 el trabajo de las aseguradoras aumentó, exigiéndoles mejores procesos así como componentes tecnológicos útiles para atender los requerimientos de sus clientes.
De tal modo, se ha dado una mayor importancia a la industria de las aseguradoras que suman tecnología a sus recursos, para que el impacto en el bolsillo de las personas que están pasando por un mal momento sea menor.
Según LISA Claims, una plataforma tecnológica de liquidación automatizada de siniestros, los seguros generales, registran un crecimiento del 15 % destacándose los ramos de cumplimiento con un 49 %, seguro obligatorio (SOAT) con 14%, autos con el 10 %, responsabilidad Civil hasta en un 19% e incendio y Aliadas con 17 %.
Por lo anterior, se busca que la tecnología ayude en la operación de siniestros sin importar dónde se presente, y que sea capaz de recopilar información del afectado mediante la conexión de microservicios de las compañías de seguros mientras que se registra el procesamiento de la liquidación con evaluaciones automatizadas, como la validación de póliza y actualización de la provisión.
Con la implementación tecnológica, los seguros tendrían una evaluación de daños más rápida, ayudando al afectado que se encuentra atravesando un mal momento a no estar esperando los resultados tradicionales.
Después del proceso de revisión computarizada, dependiendo de la compañía, hay un análisis del caso que revisa la evidencia del cliente, ya sea en imágenes (como de un choque), o documental (como boletas médicas).
Según el país, el resarcimiento del daño puede ser mediante la reparación del bien, reemplazándolo o reembolsando la pérdida. En algunos sectores de México, como lo es el automotriz, se acostumbra a que la reparación sea a través de una red de talleres.
Actualmente, hay varios servicios que se pueden solicitar a través de internet, pues tras la pandemia fueron implementados o dados a conocer de forma masiva para que las personas accedieran a ellas sin tener que salir de casa.
Esto quiere decir que las aseguradoras que aún no tenían implementadas acciones digitales, se han visto orilladas a integrarlas para ser competitivas y ofrecer los mejores servicios a sus clientes.
De acuerdo con AjusTech, en algunos países, sobre todo en los que aún falta inclusión financiera, se han destacado casos del uso de la tecnología para el pago de siniestros, por ejemplo, aquellos que no están bancarizados han explorado opciones como pagos vía WhatsApp u otras aplicaciones.
Tanto las aseguradoras como las personas están de acuerdo en algo: que no desean que ocurra un siniestro, sin importar la gravedad o tipo que sea. Sin embargo, en caso de que ocurra una parte desea tener una solución rápida y a su favor, mientras que la otra busca que no se trate de un posible fraude o no exista litigio en caso de que el pago no proceda.
En ambos casos, la tecnología puede ayudar a resolver las cosas, ya que la evaluación de los daños será imparcial pero también eficiente con datos sólidos sobre lo ocurrido. De este modo, las aseguradoras deben ver por un método tecnológico para respaldarse y los clientes buscar opciones que sean modernas para que en caso de un evento desafortunado tengan respuestas serias y prontas.
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