Pepper supo ser uno de los robots más famosos. Se presentó como una opción para atención del cliente, recepción y otros tantos usos. Su aspecto sonriente y cuasi humanoide enseguida captó la atención del público, sin embargo, al menos por un tiempo, entrará en una suerte de receso. Aunque no total.
La compañía japonesa Softbank Robotics anunció que suspenderá la producción de su icónico robot, debido a la falta de demanda y a la espera de reactivar la fabricación, aunque no dejará de distribuir aquellos modelos ya realizados.
“La fabricación de nuevas unidades del robot se detuvo el verano pasado debido al número de existencias almacenadas, pero no es el final de Pepper”, explicó la responsable de comunicaciones de la empresa nipona a EFE.
El popular androide fue creado en 2014 por el gigante tecnológico japonés y desde entonces se convirtió en la imagen del grupo, que lo comercializa en el mercado local y también en Europa, Estados Unidos y China.
“Pepper es un ícono y sus ventas en el mercado japonés y el internacional continúan” dijo la responsable de comunicaciones del grupo, quien añadió que la distribución basada en el alquiler de unidades no ha cesado, a la espera de cambiar el modelo de negocio y poder “darle un nuevo comienzo” al famoso androide.
Pepper, el robot blanco de esferas negras equipado con inteligencia artificial, comenzó a desembarcar en el mercado japonés, donde recibía a los clientes en las tiendas de telefonía del grupo para poco tiempo después utilizarse en los sectores educativo, sanitario o en cadenas de restaurantes.
Preguntada sobre el número de dispositivos de este tipo que hay en circulación o en stock hasta la fecha, la citada fuente señaló que se trata de una cifra “confidencial”. Y aclaró que el cese de producción no significa el cese de la empresa, que continúa apostando por el “desarrollo de nuevos robots para otros sectores como la limpieza y la restauración”.
En Japón, Pepper es utilizado en locales de café o en concesionarios de autos, también en una decena de sucursales del banco Mizuho y en la cadena de restaurantes Hamazushi, donde el robot da la bienvenida y facilita la reserva de mesas.
Pepper también revolucionó el concepto de cafetería en Tokio donde el personal está formado por robots, una estrategia de escaparate que la compañía ha utilizado para comercializar estos autómatas en bares y restaurantes del país.
Durante la pandemia, el humanoide ha colaborado y diversificado sus funciones, tomando la temperatura y recordando el uso de mascarilla o higiene de manos.
En la corta vida de este robot, surgieron iniciativas para incorporarlo en España, entre ellas en 2018 en dos hospitales de Barcelona para aplicar la inteligencia artificial en la salud y con tareas como la identificación del estado de ánimo de los pacientes y la interacción en varios idiomas.
También el pasado mes de mayo el Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) de Barcelona anunció la intención de incorporar al dispositivo como guía y enriquecer la experiencias de los visitantes.
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