Las cookies son archivos que crean los sitios web. Guardan datos de navegación para que, por ejemplo, las páginas no cierren la sesión de los usuarios, recuerden sus preferencias y proporcionen contenido relevante según su ubicación, entre otros puntos.
Existen dos tipos de cookies: las cookies propias que crea cada sitio web al que se accede y que se muestra en la barra de direcciones; y las cookies de terceros, que crean otras páginas que poseen parte del contenido que ve la persona en el sitio visitado, como anuncios o imágenes.
En este sentido, Google ha prometido no añadir “puertas traseras” publicitarias a su navegador Google Chrome (ni siquiera para uso de la propia compañía), como parte de sus planes para eliminar las cookies de terceros en el año 2022.
El gigante tecnológico trabaja así en una hoja de ruta para hacer obsoletas las cookies de terceros el año que viene en su navegador Chrome. De esta forma, quiere hacer más segura la navegación en internet, brindando a los usuarios controles de “cookies más precisos”, mitigando técnicas de rastreo publicitario.
El vicepresidente y responsable general de Anuncios en Google, Jerry Dischler, ha descartado que Google vaya a estar sujeto a reglas de juego distintas a las de los anunciantes externos, que verán limitado su acceso a datos de usuarios y a personalización de la publicidad.
”Usaremos las nuevas API (Interfaz de programación de aplicaciones) de privacidad para nuestros propios anuncios y productos de medición como todos los demás, y no crearemos puertas traseras para nosotros mismos”, como ha afirmado Dischler en un evento celebrado el pasado jueves según la revista DigiDay.
En marzo de este año, la compañía de Mountain View, California expuso sus planes de propiciar “una red más privada” y aseguró que no crearía identificadores alternativos para rastrear a los usuarios que naveguen por la red, ni tampoco los utilizaría en sus productos.
Así, sus productos digitales estarán impulsados por APIs que preserven la privacidad impidiendo el seguimiento individual, a la vez que seguirán ofreciendo rentabilidad a los anunciantes y editores. La compañía ve en los avances en agregación, anonimización y procesamiento en el dispositivo alternativas eficaces al rastreo basado en identificadores individuales.
Esto forma parte de un proyecto de Google llamado Privacy Sandbox para Chrome, que busca sustituir las cookies de terceros por otros elementos, con el objetivo de fortalecer la privacidad de los usuarios. La iniciativa para la publicidad digital basada en intereses parte de la idea de que los datos obtenidos de grupos de personas con puntos afines podrían reemplazar los identificadores individuales.
Para lograr este objetivo se basaron en la tecnología de aprendizaje federado de cohortes (FLoC, por sus siglas en inglés), el cual propone una nueva forma para que las empresas lleguen a las personas con contenido y anuncios relevantes al agrupar grandes grupos de personas con intereses similares. Este enfoque oculta efectivamente a las personas “entre la multitud” y utiliza el procesamiento en el dispositivo para mantener en privado el historial web de un usuario en el navegador.
Por otra parte, también contiene propuestas para que los expertos en marketing puedan crear e implementar sus propias audiencias sin necesidad de cookies de terceros. En este sentido, Chrome publicó una nueva propuesta llamada FLEDGE que amplía una iniciativa anterior de Chrome llamada TURTLEDOVE y que permite usar un servidor confiable, es decir diseñado específicamente para almacenar información sobre las ofertas y los presupuestos de una campaña.
Chrome tiene la intención de que FLEDGE esté disponible para pruebas a finales de este año con la oportunidad para que las empresas de tecnología publicitaria intenten usar la API con un servidor de su elección.
(Con información de Portaltic)
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