Esta semana, los satélites de Starlink, el servicio de internet satelital de SpaceX, compañía de Elon Musk, han pasado por la ciudad de la Plata. El “tren de luces” en el cielo ha podido verse el lunes a las 6:23 de la mañana (durante 8 minutos) y ayer martes a las 6:27 (6 minutos). Hoy, miércoles, si las condiciones metereológicas lo permiten, pasará a las 6:31 de la mañana (5 minutos).
Sucederá de este a sudeste y la posición de inicio será a 32°, la máxima a 40° y concluirán en 10°. Según explican desde el medio platense El Día, los satélites suelen pasar durante la noche por la ciudad y en esta ocasión, será antes de que salga el sol.
SpaceX ha obtenido meses atrás licencia para brindar servicio de internet de banda ancha en la Argentina, aunque llegará en aproximadamente 3 años ya que Arsat (la empresa de telecomunicaciones del Estado) tiene que evaluar los aspectos técnicos de la implementación, puesto que, a pesar de tener la licencia, aun no está en condiciones de operar.
Hasta el momento, no se había realizado una coordinación técnica entre satélites de este estilo. Arsat no había trabajado anteriormente con satélites LEO (Low Earth Orbit, es decir, de órbita baja) como los de Starlink, sino con GEO (satélites geoestacionarios que se encuentran en órbita sobre el ecuador). En este sentido, esta implementación representa una disrupción tecnológica (con abaratamiento de costos) con una tecnología prometedora, que, por cierto, está siendo probada en Estados Unidos y Canadá, y no hay publicados resultados aun.
Más satélites, menos observación del cosmos
La vida útil de los satélites Starlink es de entre cinco y siete años. Luego de ese tiempo, se deberían ejecutar maniobras para que reingresen a la atmósfera y se destruyan. Se estima que el 15% de todos los satélites que se ponen en órbita tienen alguna falla que los deja fuera de servicio. En el caso de los Starlink, por la altura a la que orbitan, se espera que queden a la deriva unos cinco años hasta su reingreso a la atmósfera.
El aumento de los satélites, como los de Starlink (aunque no es la única compañía) y la basura espacial están bloqueando nuestra visión del cosmos. Lo establece un estudio publicado por The Royal Astronomical Society (la Real Sociedad Astronómica) señala que éstos aumentaron hasta un 10% la iluminación del cielo nocturno. Es que cada objetivo refleja luz sobre la tierra y dificultan que los astrónomos puedan realizar su trabajo.
“Si las empresas satelitales mantienen su proyectada flota de satélites, el número de los mismos en órbita será en un futuro próximo cuatro o cinco veces la cantidad actual. Esto genera no solo un peligro real de colisiones sino que también plantea un panorama desolador para la observación astronómica. Existe preocupación incluso por la inteferencia con estudios en otras longitudes de onda, en particular las de radio”, ha señalado Susana Pedrosa astrofísica, investigadora del Conicet y codirectora del Grupo de Astrofísica Numérica y Extragaláctica en el IAFE (Instituto de Astronomía y Física del Espacio).
La Unión Astronómica Internacional ya se ha pronunciado al respecto alertando de los perjuicios que pueden representar para la investigación astronómica “La IAU defiende el principio de cielos oscuros y silenciosos en radio (”dark and radio quiet sky”) como algo esencial para el estudio y comprensión de nuestro universo sino también como protección de la vida nocturna salvaje de la Tierra”, han escrito.
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