Chile está a punto de convertirse en el primer país del mundo en incluir los neuroderechos en su Constitución. Esta iniciativa, que ya fue aprobada por el Senado hace unas semanas y comenzó a tratarse en Diputados, busca modificar el artículo 19, número 1°, de la Carta Fundamental, para proteger la integridad y la indemnidad mental con relación al avance de la inteligencia artificial.
El artículo propuesto dice lo siguiente: “El desarrollo científico y tecnológico estará al servicio de las personas y se llevará a cabo con respeto a la vida y a la integridad física y psíquica. La ley regulará los requisitos y condiciones para su utilización en las personas, debiendo propender especialmente al resguardo de la actividad cerebral, así como la información proveniente de ella”.
En síntesis, la medida busca regular el uso que se les pueda dar a las tecnologías para leer y escribir la mente. Todo esto parece salido de un episodio de Black Mirror, pero lo cierto es que ya hay desarrollos que utilizan datos que captan directamente de las ondas cerebrales.
Hace unas semanas, Neuralink, empresa de Elon Musk, publicó un video donde mostraba a un mono jugando al videojuego Pong con la mente. Un pequeño ejemplo de los avances de la tecnología en la cual está trabajando la empresa que busca desarrollar una interfaz cerebro-computadora.
En esta misma línea, Facebook mostró una muñequera capaz de leer las señales neurológicas enviadas desde el cerebro de un usuario hasta las manos.
Son proyectos que pueden ser muy útiles si se emplean para ayudar a que personas con discapacidad motora se expresen, pero también encierran potenciales daños si no son utilizadas de manera adecuada. De ahí la necesidad de comenzar a pensar en regulaciones para este tipo de tecnologías.
Infobae habló con Guido Girardi, principal impulsor de la reforma constitucional propuesta y presidente de la Comisión Desafíos del Futuro del Senado de Chile, para conocer un poco más sobre esta iniciativa así como el proyecto de ley sobre neuroderechos que también se comenzó a tratar en el Congreso. Se espera que ambas propuestas sean aprobadas el mes próximo.
“Lo que está establecido en la reforma constitucional, en cierta manera, es el derecho a la indemnidad de tu mente, a la protección de tu mente, de tu cerebro, a que no pueda ser intervenido sin tu consentimiento y sin un fin pro vida, pro humanidad, pro libertad, pro autonomía”, explicó Girardi.
El riesgo: la manipulación de la mente sin consentimiento
La neurotecnología implica el uso de herramientas capaces de estudiar e influir en el cerebro humano. Este tipo de ciencia podría tener múltiples usos positivos en el área de la medicina. Pero también podría ser empleado de formas cuanto menos polémicas.
En la película El eterno resplandor de una mente sin recuerdos, se cuenta la historia de amor y desamor de Joel (Jim Carrey) y Clementine (Kate Winslet). Luego de terminar el vínculo, ella decide ir a una clínica para borrar todo los recuerdos de la relación que tuvo con Joel quien luego también se somete a ese mismo proceso. Esta idea que hace 17 años cuando se estrenó el film parecía totalmente de ciencia ficción podría hacerse realidad.
“Estas neurotecnologías de las que estamos hablando son mucho más potentes porque leen directamente tu cerebro, pueden mirar directamente, sabe que estás pensando, sintiendo. No necesitan la intermediación de datos. Pueden, a partir de tus ondas cerebrales y tu funcionamiento neuronal leer lo que tu piensas, sientes e incluso tu inconsciente, pero si lo pueden leer también pueden escribirlo y pueden poner en tu cerebro, sin que tú te des cuenta pensamientos que no son tuyas, historias de vida que tú no viviste, y que tu cerebro no distingue que son de diseño externo que tu no sabes, y pueden poner amores u odios”, analizó Girardi.
Cómo surgió
Como ya se mencionó, por un lado está la reforma constitucional, que ya cuenta con aprobación del Senado y se comenzó a tratar en la Cámara Baja y por el otro está el proyecto de Ley que también empezó a debatir. Se trata de dos iniciativas novedosas que sientan las bases de la regulación de derechos que todavía no están presentes en ninguna otra legislación del mundo.
Lo más interesante es que esta iniciativa surgió de los especialistas que están trabajando en el desarrollo de las neurotecnologías.
“Esta ley nace como parte de una colaboración, o una intersección entre la ciencia más avanzada del planeta que la representa Rafael Yuste, que es el director mundial del proyecto Brain del presidente Obama, que reúne a más de 600 centros de neurociencia de todo el planeta. Estos mismos científicos que desarrollan esta neurotecnología son los que advierten de sus riesgos, y la necesidad de regularla. Lo mismo que sucedió con quienes inventaron la energía nuclear, que fueron los mismos que advirtieron de los potenciales riesgos”, dijo el senador, en diálogo con Infobae.
Rafal Yuste es un neurobiólogo español, docente de Ciencias Biológicas en la Universidad de Columbia y principal impulsor del proyecto Brain que surgió en 2013 y cuyo objetivo es trazar un mapa de la actividad de cada neurona en el cerebro humano. Esta iniciativa podría ayudar a encontrar soluciones a problemas con los cuales hoy la ciencia no puede lidiar, como Parkinson o Alzheimer. Pero también podría ser un riesgo porque podría ser utilizada para manipular la mente, tal como muchos de estos mismos científicos explican.
De ahí que en 2019, 25 expertos en medicina, bioética, derecho y otras disciplinas propusieran añadir nuevos neuroderechos sobre la Declaración Universal de DDHH de Naciones Unidas. Esa declaración sentó las bases para lo que hoy surge como un primer paso normativo.
Aquel comité científico junto con integrantes de Universidad de Chile, de la Universidad Católica de ese país, y del Senado llegaron a un consenso que sentaron los lineamientos para la reforma constitución y el proyecto de ley que busca legislar sobre el resguardo de los datos de la mente humana, establecer los límites respecto de la lectura y la escritura en el cerebro, determinar una distribución equitativa de acceso a estas tecnologías y fijar los límites de los neuroalgoritmos.
“Hay muchos países que nos han señalado su interés por conocer qué estamos haciendo. De hecho el secretario general de Naciones Unidas se comunicó con Rafael Yuste. Lo hizo también el proyecto del presidente Biden, lo han hecho también los españoles. Hay mucho interés”, destacó Girardi.
Y añadió : “El presidente de chile, Piñera, yo soy de oposición al presidente Piñera pero en esto, el presidente Piñera ha tenido una actitud muy activa, quiere llevar esta iniciativa a Prosur, al grupo de presidentes de prosur, y ha estado conversando también con el presidente Macron de Francia para poder tomar en forma conjunta esta iniciativa. Llevamos este tema a la OEA; va a ser parte de la discusión de la OEA. Y la idea nuestra es que esto se incorpore a futuro como un nuevo derecho humano en la declaración universal de derechos humanos”.
El senador destacó el carácter internacional de este tipo de medidas que no entiende de fronteras físicas. “Esto es un proceso de democracia transnacional porque no es un tema de un estado nacional, la inteligencia artificial se desenvuelve en otro territorio, se desenvuelve en el ciberespacio que tiene otra frontera, ya no tiene la frontera de los estados nacionales”, concluyó.
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