Si bien la Generación Z y los Millennials utilizan múltiples fuentes para mantenerse informados sobre la pandemia, los medios tradicionales de comunicación siguen siendo su primera opción para estar al tanto del COVID-19 y su impacto en la sociedad.
A esta conclusión se arribó en una encuesta realizada a 23.500 personas de entre 18 y 40 años en 24 países a los que se llegó a través de sus dispositivos móviles entre finales de octubre de 2020 y principios de enero de 2021. Se trata de un estudio conjunto de Wunderman Thompson, la Universidad de Melbourne y Pollfish, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud. (OMS).
Según el informe, las principales fuentes de información incluyen 43,6% de los medios informativos nacionales, 36,2% de plataformas de búsqueda, 35,2% de medios informativos internacionales y el 34,2% de contenido en redes sociales de los medios tradicionales.
Otro punto para destacar es que son muy conscientes de la circulación del riesgo de estar expuestos a desinformación en redes sociales y plataformas de mensajería: el 59,1% estaba al tanto de esta situación. Sin embargo, a pesar de estar alerta de que existe el riesgo, el 35% de los encuestados no fueron capaz de identificar su exposición a contenido falso.
Cabe señalar que el año pasado se alertó sobre dos fenómenos que ocasiones pueden ir de la mano: la infodemia y la desinformación. La circulación excesiva de información, que en algunos casos es correcta y en otros no, puede dificultar a las personas la posibilidad de discernir entre fuentes confiables y otras que no lo son.
“El término infodemia se refiere a un gran aumento del volumen de información relacionada con un tema particular, que puede volverse exponencial en un período corto debido a un incidente concreto como la pandemia actual. En esta situación aparecen en escena la desinformación y los rumores, junto con la manipulación de la información con intenciones dudosas. En la era de la información, este fenómeno se amplifica mediante las redes sociales, propagándose más lejos y más rápido, como un virus”, se alerta en el sitio oficial de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
Por otra parte, el 55% de los encuestados dijo estar interesado en recibir información sobre la vacuna del COVID-19. Si bien buscan estar informados, algunos aseguraron estar abrumados por las noticias vinculadas a la pandemia. En este sentido, el 52% dejó de prestar atención a las noticias sobre el COVID-19.
Aquí hay un punto que da cuenta del impacto que puede tener la infodemia. Muchos usuarios dicen estar “abrumados”. Esto puede generar confusión y dificultad para mantenerse informado con las consecuencias que esto puede tener. “Es fundamental romper este peligroso ciclo: la desinformación aumenta al mismo ritmo que las modalidades de producción y distribución de los contenidos. Así que la propia infodemia acelera la desinformación y hace que perdure”, se destaca en el sitio de la OPS.
De ahí que sea tan importante la concientización de la población para que opten informarse por medios de noticia fiables, sitios de organismos relevantes y busquen acceder a las bases de datos públicas de los organismos de gobierno que transparentan la información. La encuesta muestra que los más jóvenes están al tanto de esta situación y por eso priorizan el consumo de información fiable, y a la hora de elegir optan por los medios de comunicación, tal como se mencionó anteriormente.
En cuanto al tipo de información que comparten en las redes, se destaca el contenido científico, en el 43,9% de los casos; en tanto que el 36,7% de lo que difunden es información relevante para ellos mismos y el 28,5% está vinculado con datos que pueden ser considerados preocupantes, según el estudio.
Más allá del impacto que esta pandemia puede tener en su salud personal, tanto a la Generación Z como a los Millennials les preocupa que se enfermen familiares y amigos. En segunda instancia están las preocupaciones por las consecuencias económicas y la incertidumbre en relación a la estabilidad laboral.
“Decidimos participar del estudio porque entendimos que este era y es un ángulo de vital interés por parte de nuestros clientes vinculados a health o wellness. Nos permitió mapear y avanzar en el entendimiento de la relación de distintos segmentos de edad con las fuentes de información, en un contexto COVID19 marcado por una gran volatilidad de la confianza”, dijo Ernest Riba,Chief Strategy Officer de Wunderman Thompson Latam, a Infobae.
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