Ropa inteligente: crearon un tejido especial que permite monitorear los movimientos

Se trata de fibras que se activan con el tacto. Podrían utilizarse para rehabilitación, mejorar el desempeño de deportistas y hasta para entrenar robots

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El grupo del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT (CSAIL) dice que esta indumentaria podría utilizarse para rehabilitación de pacientes así como un asistente de entrenamiento
El grupo del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT (CSAIL) dice que esta indumentaria podría utilizarse para rehabilitación de pacientes así como un asistente de entrenamiento

Un grupo de investigadores del MIT diseñó indumentaria a base de fibras especiales para detectar los movimientos de una persona a través del tacto. En este sentido, la ropa puede identificar si alguien está sentado, caminando o haciendo poses.

El grupo del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT (CSAIL) dice que esta indumentaria podría utilizarse para rehabilitación de pacientes así como un asistente de entrenamiento para mejorar el desempeño físico.

Podría servir para monitorear diferentes indicadores de salud e incluso serviría para saber si, por ejemplo, alguien se desmayó o se cayó al suelo por un accidente o cualquier otro motivo. Esto último recuerda a unos pijamas inteligentes que se presentaron en la feria de tecnología CES 2020. Se trata de un desarrollo de la marca e-Skin elaborado por la empresa Xenoma. La ropa de cama integra sensores que permiten monitorear la estabilidad del usuario y si éste se cae, envían un aviso directamente a sus contactos.

Esta iniciativa, de todos modos, es diferente a la propuesta del MIT que se basa en fibras especiales hechas a medida que detectan la presión de la persona que lleva la prenda.

Emplean una máquina de coser digital para intercalar las fibras funcionales al tejido tradicional
Emplean una máquina de coser digital para intercalar las fibras funcionales al tejido tradicional

Según el estudiante graduado de CSAIL, Yiyue Luo, el desarrollo de fibras inteligentes se diferencia de muchos otros dispositivos electrónicos portátiles existentes, en que pueden incorporarse a la producción de ropa tradicional a gran escala.

Los tejidos táctiles tejidos a máquina son suaves, elásticos, y pueden adoptar una amplia gama de formas. Son sensibles y capaces de identificar los movimientos que se realizan mientras se camina, realiza deporte o cualquier otro tipo de actividad, con la posibilidad de recibir un feedback actualizado para estar al tanto de cómo está el estado de salud o para recibir consejos que apunten a optimizar el desempeño, en el caso de que se busque mejorar en alguna disciplina física.

Ya generaron varios prototipos con esta tecnología, como medias que predicen el movimiento del usuario tras identificar cómo diferentes secuencias de huellas táctiles se correlacionan con diferentes poses.

También idearon un chaleco que puede puede detectar la actividad y la textura de las superficies que está en contacto con los usuarios. Esta información se podría utilizar para mejorar la postura o corregir defectos al caminar que pueden generar daños o malestar en la columna.

A futuro, incluso se podría entrenar a los robots para que aprendan a realizar diferentes actividades utilizando datos de los wearables.

“Tradicionalmente, ha sido difícil desarrollar un dispositivo portátil de producción masiva que proporcione datos de alta precisión a través de una gran cantidad de sensores “, explicó Luo, autor principal del proyecto, en un comunicado difundido por la entidad educativa. Y añadió: “Cuando se producen muchos conjuntos de sensores, algunos de ellos no funcionarán y algunos de ellos funcionarán peor que otros, por lo que desarrollamos un mecanismo de autocorrección que utiliza un algoritmo de aprendizaje automático autosupervisado para reconocer y ajustar cuando ciertos sensores están fuera de lugar “.

Además de Lou, participaron del proyecto los profesores del MIT Antonio Torralba, Wojciech Matusik y Tomás Palacios, junto con los estudiantes de doctorado Yunzhu Li, Pratyusha Sharma y Beichen Li, el postdoc Kui Wu y el ingeniero de investigación Michael Foshey.

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