La Federación RoboCup es una organización que reúne a científicos de todo el mundo. Cada año, organiza un evento de robótica e inteligencia artificial (IA) que se lleva a cabo en diferentes ciudades anfitrionas. Nació en 1996 y fue una iniciativa del japonés Hiroaki Kitano para estimular la investigación.
RoboCup nació con un desafío complejo (y tal vez, desopilante): crear una Copa Mundial de Fútbol que en 2050 cuente con robots preparados para jugar contra humanos. Y ganar.
La 24ª edición del evento iba a realizarse en 2020 en Francia en el Centro de Exposiciones de Burdeos y fue reprogramada para 2021 por la pandemia por COVID-19. El año pasado se realizó en Sidney, Australia, y ha tenido ediciones en Alemania, Japón y Montreal, entre otros.
Cómo es un partido de fútbol entre robots
El primer encuentro entre robots de RoboCup se celebró en 1997 en Japón. Existen diferentes ligas: de simulación, tamaño pequeño y medio, cuatro patas y humanoides, entre otros.
“La más avanzada es la categoría de los Naos. Son los mejores porque al ser los más pequeños, son los que tienen mejor estabilidad y se caen menos. Pero están muy lejos del nivel que puede tener un bebé que recién aprendió a caminar. Serían goleados por un equipo de niños de un año. Imaginate si estarán lejos de nosotros. Y lleva 20 años la competencia”, dice a Infobae Julián Varsavsky, autor del libro de crónicas “Japón desde una cápsula”, un viaje a través de la robótica, la virtualidad y la sexualidad de ese país.
Varsavsky asistió a dos ediciones de Robocup, en Osaka y Nagoya (Japón). Cuenta que, desde la pequeña tribuna de una cancha de 5 x 7 metros, es posible ver, por ejemplo, un partido China-Alemania entre humanoides modelo Nao. "Son robots mini que se caen sin que los toquen. Pero se paran con una habilidad asombrosa. Tienen poca puntería y, a veces, hacen un gol”, asegura.
El DT alemán de este partido le ha contado a Varsavsky sobre la consigna de estas competencias. El objetivo es ganarle en 2050 al equipo de humanos campeón mundial, emulando la computadora de IBM que derrotó a Gary Kasparov en ajedrez.
“Estos robots se mueven por inteligencia artificial; son programados para que, por sí mismos, analicen cada situación y decidan. Los Nao reconocen un objeto esférico y un rectángulo hacia donde patear, y la cabeza no les da para más: de hecho, la tienen de adorno. En el fondo, es una competencia de programación en la que solo se divierten los programadores", dice,
Y agrega: "Un partido dura dos tiempos interminables de 10 minutos cada uno. A veces hasta una definición por penales termina cero a cero y gana el equipo que acercó más la pelota a la línea de gol. Aunque a veces el arquero vuela tirándose a ras del suelo y ataca asombrosamente una pelota”.
La mística de Robocup
Explica el autor: "RoboCup es una mina de oro para el reporteo. En eventos como estos uno puede intentar entrever hacia dónde va al mundo y cuál puede ser el futuro del trabajo y la hipótesis de un desempleo global y masivo”.
Por su parte, el argentino Alexis Holgado, realizando una Beca de Postgrado del Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología del Japón (MEXT), en la UNIversidad de Waseda, explica cómo Robocup ha ido evolucionando.
“Últimamente le están agregando otras categorías como robots de rescate y diferentes categorías para los partidos de fútbol. La verdad es que es un evento un poco orientado a estudiantes de secundaria o grado, con algunos estudiantes más avanzados de posgrado o profesores generalmente participando como consejeros o coordinadores. La internacionalidad y espíritu de comunidad son muy buenos. A veces los algoritmos que presentan para control de robots o las pequeñas modificaciones hacen una gran diferencia en la competencia”, señala el estudiante a Infobae.
Para poner en perspectiva, explica que en la Universidad de Waseda un profesor participó en la construcción del primer robot caminante por el año 1970. “Ahora está en un gran hall de la universidad como objeto de museo. Han pasado 50 años y hay desarrollos computacionales impresionantes, aun así todavía es complicado desarrollar robots que caminen en dos patas”, explica.
Un objetivo ambicioso para 2050
El autor de Japón desde una cáspula ha entrevistado a programadores chilenos, alemanes, mexicanos, chinos e iraníes que han asistido a Robocup. Dice que son optimistas y no lo confiesan, pero saben que el 2050 está cerca con la meta aún lejos.
“Viendo el estado actual y los pingües avances robóticos entre los mundiales de los últimos diez años, no creo que alcancen su objetivo antes del año 2100. Y quizá falte más. Pero en algún momento sucederá. Cuando un robot tenga la capacidad física y la inteligencia como para reemplazar al último crack humano del Barcelona F.C, ese día no solo habrá desaparecido la profesión de futbolista sino también casi todas aquellas que haya ejercido el hombre en su historia”, concluye.
Por su parte, Holgado señala: “Creo que tenemos el poder de procesamiento para operar robots que reaccionen más rápido que los jugadores de fútbol humanos, pero todavía faltan innovación en Mecánica y Energía. Usamos casi los mismos motores eléctricos que cuando se inventaron, y las baterías que tenemos actualmente no tienen potencia suficiente para operar robots tan grandes por ni siquiera diez minutos. En 30 años más, hasta el 2050, no veo factible que se cumpla la predicción de vencer a un equipo de jugadores humanos”.
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