Por qué se celebra el Día Internacional de las Niñas en las TIC

Hace referencia a la importancia del acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación y se lleva a cabo, todos los años, el cuarto jueves del mes. Es una fecha designada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas.

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¿Por qué se celebra el Día Internacional de las Niñas en las TIC?

El Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se celebra el cuarto jueves de abril. Es una fecha que fue designada, en 2010, por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el organismo de Naciones Unidas especializado en telecomunicaciones.

Este día tiene como objetivo fomentar el estudio de ciencia y tecnología en las niñas y jóvenes, para reducir la brecha de género que hay en estas disciplinas que generan importantes oportunidades de empleo y crecimiento.

En esta fecha, tanto la UIT, como sus estados miembros, ONG y empresas de tecnología llevan a cabo diferentes iniciativas que buscan inspirar a las niñas y jóvenes a acercarse al estudio de carreras STEM, tal como se denomina (por sus siglas en inglés) a las disciplinas vinculadas a las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Según datos de la UIT, unas 357.000 niñas y mujeres jóvenes participaron en más de 11.100 celebraciones en 171 países de todo el mundo, desde que se comenzó a celebrar este Día Internacional.

En las universidades de Argentina
En las universidades de Argentina casi seis de cada diez estudiantes son mujeres. Sin embargo, esta proporción no se mantiene en las distintas áreas de conocimiento: las mujeres representan el 72% de los estudiantes de ciencias sociales, pero solo el 25% de quienes estudian ingeniería y ciencias aplicadas.

Datos de contexto

Menos del 30% de los investigadores del mundo son mujeres y en Argentina, del universo de carreras STEM solo un 33% son mujeres, según el informe “Protagonistas del futuro: emprendedoras STEM en América Latina”, desarrollado por el Centro de Entrepreneurship del IAE Business School en alianza con el BID.

¿Por qué estas diferencias? Según se mencionan en diversos informes, el problema surge por las barreras sociales que se enfrenta la mujeres desde la infancia. Esto hace alusión a los estereotipos familiares y sociales, que se presentan antes de elegir una carrera y durante su realización de sus estudios.

“Se les dicen a las mujeres que son carreras para hombres o que ellas no son buenas en matemáticas”, analizó Cecilia Lavena, consultora especialista en género, durante una presentación realizada el año pasado en el evento “Menos mitos, más datos”, que se hizo en el Centro Cultural de la Ciencia, en Buenos Aires y que abordó las diferencias de género en estas disciplinas.

En el marco de esos estereotipos se afirma que las ciencias duras y la tecnología es “cosa de hombres”. Y eso termina generando lo que en psicología se conoce como el efecto Pigmalión o la profecía autocumplida: las expectativas que tiene la sociedad sobre un grupo determinado termina determinando su accionar. El relato termina creando realidad.

Y para aquellas mujeres (que son pocas en relación a los hombres) que logran vencer esos obstáculos y se dedican a estudiar carreras STEM muchas veces las trabas se materializan en el ámbito laboral donde se topan con el famoso techo de cristal. Esto ocurre por diversos motivos: a veces hay barreras, más o menos visibles, a la hora de elegir personal y otras veces son las mismas a las que el peso de los estereotipos las tira para abajo y no se animan a postularse, se autoexcluyen porque asumen que para cargos directivos no las van a elegir, como explicaba en una entrevista con Infobae la ingeniera Olga Cavalli, autora del libro “Gobernanza y regulaciones de internet en América Latina” . A todo esto se suma que, las mujeres asumen el mayor peso de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos. Y si bien esto se está replanteando los cambios todavía no llegaron de forma masiva ni contundente. Es todo paso de un largo camino que llevará años reformular.

Reconocer que esta brecha de género está presente no tiene la finalidad de victimizar a la mujer, sino que busca ser el puntapié iniciar para transformarlo. Reconocer que algo ocurre es el primer paso para cambiarlo. ¿Y por qué habría que cambiarlo? Porque estos estereotipos terminan excluyendo a las mujeres de un segmento, como es la ciencia y la tecnología, que genera valor, oportunidades laborales bien pagas y, por ende, mayores posibilidades de crecimiento económico, independencia y, en definitiva, libertad. Igualar las condiciones de acceso y trato es el ladrillo fundacional.

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