La compañía Soapy desarrolló un lavamanos inteligente que incorpora visión computerizada y tecnología de internet de las cosas para ayudar a que la gente se lave las manos de manera más eficaz.
“Esta idea comenzó con una conversación con mi hijo, quien entonces tenía dos años y medio”, explica Max Simonovsky, el inventor y CEO de la compañía israelí, según informa en un comunicado Fuente Latina. “Me dijo que como no funcionaba el lavamanos de su guardería, no era importante lavarse las manos”.
Simonovsky decidió entonces investigar sobre la importancia del lavado de manos en la vida en general, así como en diferentes industrias tal como la hospitalaria, de alimentación y educativa.
Así tomó consciencia de que más del 50% de las enfermedades diarreicas en el mundo suceden por no realizar un buen higiene de manos. Y lo mismo ocurre con más del 30% de las enfermedades respiratorias, como es el coronavirus.
Simonovsky fundó su empresa en 2018 y en los últimos días él su equipo han trabajado para lograr una secuencia de lavado que contribuye a combatir el COVID-19.
El lavamanos inteligente es una unidad autónoma que reemplaza a los lavamanos tradicionales y tiene programadas diferentes secuencias de higiene, en las que varía el tipo de jabón, la cantidad y temperatura del agua dispensados, según las necesidades del lugar en el que se encuentre, ya sea un restaurante, hospital, geriátricos, guarderías o casas privadas.
“Y es que la limpieza de manos no solo ha sido algo en lo que no se ha puesto el suficiente énfasis, sino que tampoco se enseña necesariamente cuál es la forma correcta de hacerlo”, indica Simonovsky.
Cabe señalar que la OMS, así como el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos, Unicef y varios infectólogos de distintas partes del mundo han compartido recomendaciones sobre cómo llevar adelante un adecuado lavado de manos para prevenir el coronavirus.
En todos los casos se menciona la necesidad de usar jabón (del tipo que sea) y agua. Luego se remarca la importancia de hacer una higiene que dure al menos unos 20 segundo asegurándose de pasar agua y jabón por palmas, dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas.
Simonovsky señala que el simple acto de lavarse las manos rompe la capa de lípidos que rodea al virus, mermando su capacidad de provocar infección.
El equipo contribuye a que se haga una higiene correcta de manos y además tiene un costado sustentable ya que se emplea sólo la cantidad de agua y jabón necesarios, evitando que se desperdicien recursos.
“Nuestro lavamanos guía a los usuarios en el correcto lavado y, además, transforma ese acto de higiene en datos que transmite a una base para que los usuarios sepan con seguridad que están libres de virus tras cada uso”, agrega.
El reconocimiento computerizado de Soapy es útil para las empresas, hospitales y centros de cuidados, que necesitan estar seguros de que sus empleados cumplen con las regulaciones de higiene.
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