Google celebra este 29 de febrero con un doodle, pues este día llega a surgir cada cuatro años, conocido como bisiesto que cuenta con 366 días.
El año bisiesto se añade para corregir el desfase que existe entre la duración del año trópico. Esto requiere que cada cuatro años se corrija el calendario por una acumulación no contabilizada de aproximadamente un cuarto de día, por año que equivale a un día extra.
Año bisiesto es una expresión que deriva del latín bis sextus dies ante calendas martii ("el sexto día antes del primer día del mes de marzo") en el que se añade un día cada cuatro años, salvo que sea año secular último de cada siglo, terminado en “00”, en cuyo caso también ha de ser divisible entre 400.
A esto se determinan dos grupos de años: los no seculares y los seculares. Los primeros son múltiplos de 4, mientras que los segundos habrán de serlo de 400, de esta manera se eliminan como bisiestos a tres de cada cuatro años seculares.
Origen del año bisiesto
Cuando Julio César llegó a Egipto el calendario romano tenía siglos de desfases debido a su imprecisión. Al ver el trabajo hecho en las tierras de la faraona egipcia Cleopatra, Julio César delegó al astrónomo, matemático y filósofo, Sosígenes en crear un calendario a la altura y exactitud que el imperio necesitaba.
Sosígenes entregó a César su calendario basado principalmente en el egipcio, pero conservando los nombres de los meses romanos. Este calendario poseía una duración de 365 días y un día adicional inicialmente cada cuatro años, para compensar un desfase natural producido por la revolución no sincrónica de la Tierra en torno al Sol.
La compensación de los desfases que tenía acumulados el calendario romano obligó a que el año 46 a.C. se convirtiera en el año más largo de la historia, con 445 días de duración para compensar e iniciar nuevamente de cero. A este inusual año se le llamó "año juliano" o el "año de la confusión".
Los egipcios ya sabían que cada cuatro años la estrella Sothis (Sirius) se retrasaba un día, dando inicio al año nuevo. Sin embargo, doscientos años antes, cuando pudieron cambiar la reforma, los egipcios no la hicieron debido a pugnas entre las castas sacerdotales y la clase política.
Los romanos solían llamar calendas (o kalendas) al primer día de cada mes y contaban hacia atrás los días que hacían falta. El día primero de marzo se llamaba “calendas de marzo” o “kalendas martias”.
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