El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, decidió restringir el acceso de los fabricantes de equipos de telecomunicaciones de “alto riesgo”, como Huawei, a su red 5G pero sin excluirlos. Es decir que la empresa tecnológica china podrá participar de su red inalámbrica de alta velocidad, pero no accederá a sectores “medulares” del sistema.
"Los proveedores de alto riesgo serán excluidos de las partes ‘centrales’ sensibles de las redes 5G’ de internet móvil del alta velocidad, informó el ministerio encargado del sector digital al término de una reunión del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), compuesto por un puñado de ministros y presidido por Johnson.
El comunicado no mencionó específicamente al controvertido gigante de las telecomunicaciones chino, pero Huawei afirmó inmediatamente estar "tranquilizado por la confirmación del gobierno británico de que podemos seguir trabajando con nuestros clientes para continuar con el despliegue de la 5G" en el país.
El fabricante chino ya participa en la red 4G que ofrecen varios operadores, entre ellos BT, Vodafone y Three. Y con esta decisión, Londres le permite participar en infraestructuras no estratégicas pero excluyéndolo de las áreas más sensibles por las que fluyen los datos de los clientes.
El gobierno también limitó la presencia de estos proveedores a “no más del 35% en la periferia de la red, conocida como la red de acceso, que conecta los dispositivos y equipos a las torres de telefonía móvil”. Además, este tope será “revisable para determinar si debe reducirse aún más a medida que el mercado se diversifica”.
“No hay motivos para que no tengamos progreso tecnológico en el Reino Unido, permitiremos a consumidores y empresas en el Reino Unido que tengan acceso a tecnología y comunicaciones fantásticas, pero a la vez vamos a proteger nuestros intereses en materia de seguridad y nuestras relaciones con otras potencias de seguridad alrededor del mundo”, dijo Johnson.
Estados Unidos lleva muchos meses exigiendo a los países europeos, y en particular al Reino Unido, que excluyan a Huawei de sus redes, alegando sus estrechos vínculos con el gobierno chino y el riesgo de espionaje que esto implicaría, algo que el grupo chino siempre ha negado.
Al autorizar su participación aunque se de forma limitada, Johnson corre el riesgo de generar controversias en Washington en un momento en que el Reino Unido espera fortalecer sus lazos bilaterales de cara a la negociación de un ambicioso acuerdo comercial tras el Brexit.
Johnson ya había advertido a mediados de mes que existen pocas alternativas a Huawei, dado, desde su perspectiva, la empersa tiene una ventaja tecnológica sobre sus dos principales competidores, Nokia y Ericsson. Además, si se excluyera al grupo chino sería necesario eliminar sus estaciones base de la existente infraestructura 4G, lo que sería costoso e impactaría en las facturas de los clientes además de retrasar el paso a la 5G.
Los servicios de seguridad británicos aseguraron, en varias oportunidades, que es posible trabajar con el fabricante chino sin comprometer la seguridad. Sin embargo, la apertura a Huawei preocupaba a algunos en el Parlamento de Westminster y dentro del gobierno.
Mientras que el ministro de Finanzas Sajid Javid se mostró a favor, la ministra del Interior Priti Patel y el ministro de Defensa Ben Wallace se oponen a esta resolución, según informaron varios medios de prensa.
De igual modo, algunos diputados conservadores expresaron sus preocupaciones. Por ejemplo, Tom Tugendhat, presidente del comité de política exterior, advirtió que sería como “introducir el zorro en el gallinero”.
Australia y Japón siguieron el ejemplo de Estados Unidos y prohibieron el uso de Huawei, pero los países europeos, todavía están indecisos a la hora de elegir a los fabricantes de las futuras redes 5G.
(Con información de AFP y AP)
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