TikTok, la red social más descargada en Estados Unidos y que es furor entre los centennials (nacidos entre 1997 y 2012), ha sido el blanco de múltiples señalamientos por sus controvertidas políticas de privacidad.
La app, creada por la compañía china ByteDance, comenzó a funcionar en Estados Unidos en 2017, y desde ese año inició una fuerte expansión hacia Occidente.
Fue diseñada como una red social en la que el objetivo es compartir vídeos de corta duración, a menudo de sólo uno segundos. Los usuarios, la mayoría jóvenes, utilizan las herramientas que ofrece la aplicación para publicar sus vídeos acompañados de música, en los que aparecen haciendo bromas, realizando coreografías, haciendo deporte u opinando sobre algún tema en particular.
Sin embargo, una vez que comparten un vídeo, cualquier persona puede verlo o incluso descargarlo y difundirlo a través de otras aplicaciones sin el consentimiento del autor.
Una de las características de la aplicación es que permite descargar los vídeos subidos por otros usuarios, lo que puede ser un problema para los usuarios que quieren darse de baja o eliminar cierto contenido. A pesar de que en la políticas de privacidad de TikTok se especifica que los usuarios “tienen derecho a solicitar la rectificación o eliminación de sus datos personales o la limitación del procesamiento de sus datos”, la misma app dispone de un botón para descargar.
La dificultad de querer borrar un video que ya ha sido publicado y compartido por otros usuarios, hace de TikTok una plataforma que exige un uso más responsable del contenido publicado. “La mayoría son videos de adolescentes que no entienden el grado de repercusión que puede tener lo que suben a la red social, por eso es importante concienciar a los padres, tutores o representantes legales de los jóvenes, sobre la importancia de los datos de sus hijos y qué aplicaciones utilizan”, explicó Jorge Campanillas, abogado especialista en Derecho de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones, al sitio Xataka.
“Hay que hacerse a la idea de que en el momento en el que subes a la red información, datos, fotos o videos, pierdes el control de ellos. Hay que ser conscientes de qué tipo de material se sube y no publicar videos que puedan perjudicar a posteriori”, agregó.
Borja Adsuara, abogado experto en derecho digital, afirmó que "es necesario que las aplicaciones dispongan de mecanismos de identificación y verificación, tanto de la edad como de la veracidad de la autorización paterna, para evitar la falsificación”. Pero señala que “al final, es en la propia educación en la que hay que tener en cuenta que muchas cosas que son una tontería en un momento dado, pueden volver en unos años para avergonzarnos”.
“La sociedad no está sensibilizada en cuanto a la privacidad de sus datos. Para poder utilizar todas estas aplicaciones, han de saber que lo están pagando con sus datos. La gente cree que sus datos no valen mucho, porque no son famosos u ostentan cargos públicos y no se valora su importancia. Cuando suceden casos graves como venganzas o bullying es cuando se sensibilizan”, concluyó.
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