La velocidad de descarga del 5G será de 10 Gbps, lo cual implica un salto de velocidad de entre 10 y hasta 100 veces más respecto de la generación anterior. A su vez, se reduciría el tiempo de respuesta o latencia de decenas de milisegundos a apenas un milisegundo.
Así como esta tecnología traerá muchos beneficios también implica un incremento de los desafíos a la hora de proteger la red. “Las sociedades recientemente interconectadas dependerán de manera crítica de nuevas aplicaciones innovadoras. Los países deben tomar medidas ahora para salvaguardar sus redes 5G emergentes, porque lo que está en juego no podría ser mayor”, advierten desde el Departamento de Estado de EE.UU, tal como se puede leer en su sitio.
La privacidad de la red se verá amenazada si hay puertas traseras por donde se puedan extraer datos personales de los ciudadanos. Se conoce como puerta trasera o back door a una secuencia especial dentro del código de programación, mediante la cual se pueden evitar los sistemas de seguridad para así acceder al sistema, sin permiso.
En el caso de las ciudades inteligentes, en materia de seguridad, si el despliegue y monitoreo no se realiza de manera adecuada se podría caer en el uso de esas tecnologías para vigilar y limitar las libertades personales de los ciudadanos. También se podría ver afectada la soberanía de los países si esa tecnología queda en manos de gobiernos autoritarios, advierten desde el departamento de Estado.
Las oportunidades y desafíos del 5G fue una de las temáticas que se abordaron en el taller “Medios y Procesos Democráticos en la Era de la Desinformación”, que organizó la Secretaría del Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE), de la Organización de los Estados Americanos (OEA) el 9 y 10 de diciembre en Washington.
La infraestructura, internet de las cosas, el hogar y la ciudad inteligente. Todo esto se va a ver potenciado por el 5G, pero esto también implica que cualquier ataque cibernético podría tener un impacto colosal, advirtieron en el encuentro.
“Una de las preocupaciones de la integridad, la confidencialidad e incluso la disponibilidad de la información, que puede verse afectada si se produce un ataque de denegación de servicio (DNS)”, se mencionó durante el taller.
Estados Unidos ha expresado en más de una oportunidad su preocupación por la posibilidad de que una compañía china como Huawei avance en el despliegue del 5G. “No puede haber confianza cuando los vendedores están sometidos a manipulaciones secretas por un gobierno autoritario como el de la República Popular de China, que carece de un poder judicial independiente y de un estado de derecho que impida el uso incorrecto de los datos”, alertan desde una publicación oficial del gobierno.
En ese mismo texto se remarca que ningún arreglo técnico puede mitigar los riesgos que implicaría incluir equipos de Huawei o ZTE en cualquier segmento de la infraestructura 5G. Se menciona allí mismo que hay otra compañías como Ericsson, Nokia y Samsung que tienen “equipos excelentes y costos competitivos y no está sometidos al capricho de regímenes autoritarios”.
El país gobernado por Donald Trump advirtió en varias oportunidades que usar equipos de compañías de China en cualquier parte de la infraestructura de 5G representa riesgos para la seguridad nacional, la privacidad, la infraestructura crítica y los derechos humanos.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: