Facebook, una de las redes sociales más populares entre los usuarios tecnológicos del siglo XXI, admitió que por motivos seguridad y publicidad registra la ubicación de todos sus usuarios aunque estos no activen la función de geolocalización.
La aplicación puede registrar la ubicación “basándose en información que ellos y otros proveen a través de sus actividades y conexiones en nuestros servicios", se lee en una carta enviada el 12 de diciembre al Congreso de Estados Unidos por una solicitud de transparencia realizada por dos senadores.
El abogado republicano Josh Hawley, que pidió los datos junto con el demócrata Chris Coons, compartió la carta en su cuenta de Twitter y recalcó que la red social “IGUAL” seguirá registrando la ubicación con el objetivo de ganar dinero.
No hay opción de exclusión. Sin control sobre su información personal. Eso es Big Tech. Y es por eso que el Congreso debe tomar medidas
Facebook se encarga de recoger datos de todas las plataformas que posee la compañía como Messenger, Instagram, Whatsapp entre otras, donde interactúan más de dos millones de usuarios todos los días.
Los datos recaudados son parte del modelo económico de Facebook que se sustenta con ganancias de publicidad a gran escala.
Escándalos por vulnerabilidad de datos personales
En cuanto a la ubicación de los usuarios, ya en 2013 surgió un escándalo en el que se acusaba a Facebook de utilizar este dato para sugerir amigos a los usuarios. También se compartía la información con apps de terceros y se filtraban datos de 6 millones de usuarios por una supuesta falla del sofware.
En 2010, The New York Times demostró que la aplicación cerraba acuerdos para otorgar acceso a los datos comprometiendo la privacidad de los usuarios, la restricción a los datos personales no se logró hasta el 2015.
En 2012, la empresa realizó un estudio en el modificó el muro de 700 mil usuarios sin su consentimiento para ver el impacto de mostrar publicaciones positivas o negativas en el inicio de la aplicación.
Luego, en septiembre de 2017, la Agencia Española de Protección de Datos (AEFP) impuso una sanción a Facebook de 1.2 millones de euros al probar que la aplicación almacenaba y usaba la información de los usuarios para fines publicitarios sin autorización. Esto transgredía las políticas de datos personales españolas.
En 2018, sufrió un supuesto ataque cibernético que dejó en vulnerabilidad los datos de 50 millones de usuarios de seguridad y más adelante pasó lo mismo con las fotografías de 6.8 millones de personas.
Mark Zuckerberg, fundador y CEO de la empresa, se vio obligado a comparecer ante el Congreso de Estados Unidos tras el escándalo de la fuga masiva de datos de Cambrige Analytica que generó un fuerte conflicto por la difusión de datos personales de los usuarios en miras a las elecciones de 2016.
En esa ocasión, la consultora tuvo acceso a los datos de alrededor de 87 millones de usuarios de la famosa plataforma de redes sociales sin permiso ni conocimiento de los mismos. En el Congreso, Zuckerberg ofreció una disculpa porque “no hicimos los suficiente”, posteriormente aseguró que las noticias falsas, la interferencia extranjera en las elecciones y los discursos de odio “fueron mi error y lo siento”.
Aunque la plataforma, endureció sus políticas en cuanto a las publicaciones y noticias falsas, la respuesta a la solicitud de transparencia demuestra que la red social aún utiliza los datos personales de los usuarios con fines publicitarios.
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