Crearon una máscara que es capaz de engañar los sistemas de reconocimiento facial

Knero, una compañía de inteligencia artificial estadounidense, realizó pruebas realizadas a terminales de reconocimiento facial en China

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Knero, una compañía de inteligencia
Knero, una compañía de inteligencia artificial estadounidense, realizó pruebas realizadas a terminales de reconocimiento facial en China. (Foto: Archivo)

El reconocimiento facial se ha convertido en una tecnología disponible en muchos de los dispositivos inteligentes de la actualidad y por tal motivo puede ser considerado como algo que ya se ha incorporado en la vida diaria, pues sus principales aplicaciones se basan en aumentar los procesos de seguridad en los teléfonos, sin embargo, las herramientas no son infalibles, pues pueden engañarse con una máscara. Eso sí, no cualquier máscara sino una bien elaborada.

La compañía de inteligencia artificial (IA) estadounidense Kneron compartió un video con el medio estadounidense The Verge en donde mostró una serie de pruebas realizadas a terminales de reconocimiento facial en China a partir de las cuales parecía engañar a estos sistemas. Los estudios se llevaron a cabo en las terminales de AliPlay y WeChat, no obstante, el portal especializado en temas de tecnología no difundió los videos a petición de la empresa.

De acuerdo con la descripción que hizo el medio de los videos, en ellos es posible ver cómo una persona se acerca a las terminales en las tiendas de China, mientras usa una máscara 3D de su cara. A partir de esto, la máquina permite realizar una compra del servicio. Algo similar sucede en el otro ejemplo, el cual consiste en alimentar la tarjeta de identificación en una estación del tren mientras usa la máscara, la cual es aceptada sin ningún tipo de problema.

Un punto relevante sobre las
Un punto relevante sobre las pruebas es que tienen limitaciones. (Foto: Shutterstock)

Un punto importante que se debe mencionar respecto a este tipo de pruebas, según resaltan en el artículo The Verge, es que tienen limitaciones, pues en la grabación únicamente se muestra a la persona llevando a cabo los intentos para engañar al mecanismo con la máscara, pero no queda claro si ésta funcionó en cada una de las oportunidades.

Otro detalle en torno al funcionamiento de este tipo de engaños es que ninguno de los sistemas dependía totalmente del reconocimiento facial para la identificación. En ambos casos se necesitaba de que el sujeto ingresara datos como el número de teléfono asociado a la identidad o incluso se debía presentar una tarjeta física antes de escanear el rostro.

Sin embargo, el hecho de que sea posible realizar algún tipo de engaño sobre los sistemas de reconocimiento facial deja en evidencia que aún no se puede confiar en ellos por completo, pues todavía deben recorrer un largo camino antes de que sean mecanismos tan seguros como prometieron ser en el momento de su aparición.

Cabe recordar que en septiembre se presentó Incógnito, una estructura de metal para el rostro ideada por la diseñadora y escritora polaca, Ewa Nowak, con la cual es posible engañar a los sistemas de reconocimiento facial. Este instrumento que podría notarse como algo decorativo, consta de cuatro piezas y sólo se debe colocar sobre el rostro para evitar ser detectado por las cámaras inteligentes.

Así luce Incógnito, una estructura
Así luce Incógnito, una estructura de metal para el rostro ideada por la diseñadora y escritora polaca, Ewa Nowak. (Foto: Archivo)

“El objeto está diseñado para proteger la imagen contra los algoritmos de reconocimiento facial utilizados en las cámaras modernas instaladas en el espacio público. Es una especie de máscara hecha de latón, con la forma de la cara”, explica Nowak en su página web.

El motivo de realizar un aparato de estas características es concientizar acerca de la privacidad en los espacios públicos, los cuales, desde la perspectiva de la creadora, están cada vez más controlados: “El proyecto toca el tema de la vigilancia social y la protección de la propia imagen en lugares públicos”.

Además, esta expresión artística, busca cuestionar el papel de este tipo de tecnologías en la vida diaria, un debate que podría trasladarse a otras instancias como la forma en que se rastrean los movimientos de las las personas en las ciudades a partir del GPS que se encuentra incorporado en el teléfono inteligente que muchos traen en sus bolsillos.

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