Desde que se habilitó el acceso a Spark Ar, una plataforma para crear filtros personalizados en Instagram, surgieron todo tipo de opciones en la plataforma: desde efectos para imitar la estética del Guasón hasta novedosos gráficos para adornar el rostro.
Además comenzaron a surgir una gran cantidad de filtros que añaden una capa virtual en el rostro de usuario para que parezca que tiene una nariz más fina, labios más carnosos o implantes en los pómulos. Realidad aumentada para hacer una suerte de intervención estética virtual.
Uno de los más criticados fue #FixMe que ya fue retirado, y marcaba el rostro con un marcador como emulando lo que hace un cirujano plástico antes de una intervención, donde se marcan los rasgos que se modificarán.
La circulación de éste y otros filtros generó quejas y cuestionamientos por la obsesión que puede propiciar en relación a al estética. A raíz de todo esto, desde Spark Ar emitieron un comunicado informando que retirarán aquellos filtros que emulan los efectos de una cirugía plástica.
Aquí, parte del comunicado que publicó la plataforma en Facebook:
Queremos que los efectos de Spark AR sean una experiencia positiva y estamos reevaluando nuestras políticas vinculadas con el bienestar. Mientras tanto, vamos a hacer lo siguiente:
Eliminar todos los efectos asociados con la cirugía plástica de la Galería de efectos de Instagram
Posponer la aprobación de nuevos efectos asociados con la cirugía plástica hasta nuevo aviso
Continuar quitando los efectos que infringen nuestras políticas a medida que los identifiquemos
A raíz de la implementación de estas medidas, se aclara que se demorará más tiempo en revistar los filtros que se vayan a proponer ya que, como se verá, serán revisados de manera más exhaustiva para controlar que no se infrigan estas nuevas normas.
No se aclara cuándo se quitarán los filtros vinculados con efectos de cirugías estéticas pero se sabe que ocurrirá “en las próximas semanas”. El objetivo de estas iniciativas, según se menciona en el comunicado, es lograr un “ecosistema saludable para los creadores y la comunidad”
Hace poco más de un año se levantó una polémica por el impacto que generan los efectos de realidad aumentada sobre los usuarios. Al parecer, son cada vez más los pacientes que llegan a la consulta de los cirujanos con una foto de sus propias selfies editadas con un filtro pidiendo parecerse a ese resultado editado digitalmente.
El tema se analizó en un artículo publicado en JAMA Facial Plastic Surgery por investigadores del departamento de dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. En aquel entonces se comenzó a hablar del fenómeno “Dismorfia Snapchat”, justamente porque esa red social fue de las precursoras en el uso de filtros para selfies, una tendencia que luego imitó Instagram y Facebook, entre otras.
Los expertos mencionaron que estos filtros generan un efecto negativo en la autoestima que podría desencadenar el trastorno dismórfico corporal, una enfermedad grave clasificada en el espectro obsesivo-compulsivo.
“Esta es una tendencia alarmante porque esos selfies editados con filtros, a menudo, presentan una apariencia inalcanzable y están borrando la línea de la realidad y fantasía para estos pacientes”, concluía el artículo.