Facebook tiene 2.300 millones de usuarios y YouTube, 1.900 millones. En ambos casos superan la población de China e India, los países más poblados del planeta. Instagram o WeChat casi les pisan los talones con sus mil millones de usuarios.
En el mundo hay 7.700 millones de habitantes y 3.500 millones están conectados: una de cada tres personas en el mundo usa redes sociales. Ese inmenso universo virtual se convirtió en un lugar donde ser, actuar y consumir. Desde las redes se consumen noticias, se organizan movimientos políticos, se socializa con otros.
El inicio de las redes sociales
La primera red en alcanzar popularidad fue MySpace, que en 2004 llegó a tener un millón de usuarios activos al mes. En 2006, el sitio llegó a superar a Google en cantidad de visitas dentro de Estados Unidos, según se recuerda en un artículo de Mashable.
También en 2004 nacía Facebook, de la mano de Mark Zuckerberg y sus compañeros de Harvard Eduardo Saverin, Andrew McCollum, Dustin Moskovitz y Chris Hughes. El sitio, que en aquel entonces se llamaba The Facebook, proponía conectar virtualmente a la gente que asistía a esa universidad.
El salto al mundo llegó en 2006 cuando se abrió la posibilidad de que usuarios de todo el mundo pudieran abrirse una cuenta en la plataforma. Poco a poco fue escalando hasta convertirse en la red social más popular del mundo, un lugar que detenta hace unos cuantos años.
En la última década fueron creciendo otras plataformas como WeChat, Instagram, Snapchat o YouTube. Uno de los casos más emblemáticos es el de TikTok que nació en 2016 y en menos de dos años llegó a tener mil millones de usuarios.
En 2005 apenas el 5% de los adultos en Estados Unidos usaba redes sociales: hoy lo hace el 79%. Y a nivel mundial los números son aún más impactantes: en 2008, el 1,5% de la población usaba Facebook. En 2019, cerca del 30% del planeta tiene una cuenta en esa plataforma.
El tiempo que se pasa en las redes sociales
El consumo es más marcado en los países más ricos porque es donde hay mayor penetración de internet, smartphones y calidad de conexión. En países como Suecia, Portugal o Dinamarca entre el 94 y 96% de los jóvenes de entre 16 y 24 años consumen redes sociales. En Chile e Italia el índice es del 87,2% y 86,5%; respectivamente, mientras que en México, las estadísticas bajan al 53,4%.
Esto se traduce en más tiempo online: en Estados Unidos, los usuarios pasan más de 6 horas al día consumiendo medios digitales: apps, webs o juegos. La posibilidad de tener todo, literalmente a alcance de la mano hace que se pase todo el tiempo conectado.
El consumo según las edades
Cabe destacar que el uso de redes sociales varía según las edades. Los más jóvenes suelen preferir Snapchat e Instagram, redes sociales donde se da mayor relevancia al contenido audiovisual y a lo efímero. Esto último está presente en la posibilidad de hacer publicaciones que caducan pasadas las 24 horas.
Facebook (que también es propietaria de Instagram y WhatsApp) se aggioronó y sumó esta herramienta. Al ser la más popular, su consumo es relativamente parejo a lo largo de las diferentes franjas etarias.
La preferencia de los jóvenes es más marcada cuando se contrasta el consumo en otras redes sociales. Al menos eso deja ver un estudio realizado en Estados Unidos y que se analiza en una publicación del Foro Económico Mundial.
En el caso de YouTube, por ejemplo, sólo el 38% de los usuarios son mayores de 35 años, en tanto que el 95% tiene entre 25 y 29 años. En el caso de Snapchat las distinciones son mayores aún: solo el 3% supera los 65 años y el 73% tiene entre 18 y 24 años.
El impacto de las redes sociales en la sociedad
Las redes sociales reconfiguraron la forma en que nos comunicamos e informamos. Cada vez son más los usuarios que acceden a las noticias por medio de las redes sociales. Este mundo virtual también fue el sitio donde nacieron movimientos como el #MeToo o desde donde se organizan movilizaciones para defender los derechos de las mujeres o trabajadores, así como denunciar las consecuencias del cambio climático. Es, también, un espacio desde donde se denuncia la censura de gobiernos.
Así como las redes sirven para amplificar noticias, visibilizar luchas y darle voz a sectores que en otro momento hubiesen quedado acallados (o que hubiesen tenido que gritar más alto para ser oídos), también han sido espacios donde se han viralizado mentiras y desinformación con el fin de ejercer manipulación de todo tipo.
Las redes han sido acusadas de generar problemas de sueño, depresión y ansiedad. Sin embargo, según un análisis de Our World in Data no hay informes que puedan demostrar esto de forma concluyente. Lo que queda claro es que el entramado digital ha traido consigo nuevos desafíos y formas de vincularse que están generando una verdadera revolución. ¿Hacia dónde vamos? Incertidumbre.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: