Hoy Apple presenta su nuevo iPhone y seguramente con este anuncio lleguen otros productos más, como el próximo Apple Watch y hasta un dispositivo de rastreo de objetos. Algunos también anticipan la llegada de otras novedades en lo que se refiere a su iPad y parlante inteligente HomePod.
El evento se hará en Apple Park, más precisamente en el teatro Steve Jobs, bautizado en honor a su fundador. Comenzará a las 10 de la mañana de California (14 horas Buenos Aires y 12 horas en Ciudad de México).
Por primera vez, el encuentro se transmitirá vía streaming por YouTube. También se podrá seguir en vivo por medio de la página oficial de la compañía, como suele ocurrir cada años.
Este evento de presentación o keynote de Apple es uno de los más esperados del año dentro del mundo tecnológico. ¿Pero por qué genera tanta expectativa? Por empezar se trata de una marca que logró, como pocas, fidelizar a sus clientes. Una de las razones quizás sea que es una compañía que fue pionera en el mercado de smartphones.
Cuando Steve Jobs presentó el primer iPhone, en 2007, no sólo estaba dando a conocer un teléfono inteligente, sino que introdujo un concepto diferente. Por un lado el diseño: dio a conocer un móvil con apenas un botón. En aquel entonces, pensar en prescindir del teclado parecía una locura, sin embargo, logró instalar esta estética que después replicaron varias marcas. Era el comienzo de los móviles "puro pantalla".
En la presentación hizo hincapié en cómo el usuario podría hacer todo (o casi de todo) en un mismo sitio: sacar fotos, reproducir canciones, estar conectado. Eso que hoy en día es parte de nuestro cotidiano en ese entonces fue revolucionario. Era el comienzo de los smartphones y todo lo que con el tiempo trajeron a la vida diaria: una nueva forma de consumir noticias, vincularse con el entorno (por medio de las redes sociales) y producir contenido.
En la actualidad, el iPhone se sigue presentando como un producto que ofrece una experiencia única. En los eventos que se vienen haciendo desde aquel entonces, siempre se remarca los beneficios que otorga este dispositivo a diario. Las presentaciones hacen eje en esta cuestión: el vínculo del producto con el usuario y su vida cotidiana.
Las keynote de Apple son un show, un evento que de por sí generan expectativas en los usuarios. El interés va más allá del producto en sí. Es el "relato Apple" lo que logra cautivar al público. Cada encuentro comienza siempre con la emisión de un video que toca algún tema de interés, como puede ser la sustentabilidad. Y en ese contexto, la compañía anuncia su compromiso con esa causa dando a conocer alguna iniciativa que se ha hecho en ese sentido.
Luego aparece en el escenario Tim Cook quien suele hacer un recorrido por la evolución del producto que se va a presentar a lo largo del tiempo. Se habla del compromiso de la marca con la innovación y el desarrollo de productos de manera sustentable.
A continuación, diferentes directivos de la empresa van pasando por el escenario para contar las características técnicas del smartwatch, teléfono o computadora que se vaya a presentar. También se destaca algún aspecto que hace referencia a algún compromiso que tiene la compañía: como el cuidado de la privacidad en los datos, bienestar digital o el consumo responsable.
A fines del año pasado, por ejemplo, se destacó, en un momento de la presentación, que las nuevas MacBook y el iPad estaban hechos con aluminio 1000% reciclado, para dar cuenta del compromiso con la empresa con el cuidado del medio ambiente.
Apple también hizo foco, durante la presentación de los últimos iPhone que de la mano de estos productos se redefinía el concepto de la fotografía. No son los únicos que utilizan términos grandilocuentes al presentar sus productos. Pero ellos fueron pioneros y se destacan en esta disciplina.
Hay un relato o narrativa que se construye en tres grandes ejes: la historia de Apple, lo cual busca darle peso y credibilidad a la marca; los avances tecnológicos del nuevo producto que se da a conocer y luego la conexión con el usuario: cómo este nuevo producto lo ayuda a introducirse al futuro, a una nueva era.
"Apple está reinventando el teléfono", dijo Steve Jobs al presentar el primer iPhone, así le daba la bienvenida a un producto realmente revolucionario. Y lo hacía de la mano de esa narrativa que se describió anteriormente.
El iPhone sigue siendo uno de los productos favoritos de los clientes. Los números dejan en claro esta tendencia. En el último semestre las ventas de este teléfono generaron ganancias netas por 83.033 millones de dólares. Representa una caída respecto de los 98.663 registrados el año anterior durante el mismo período pero sigue siendo una gran parte de los 142.325 millones de dólares neto que obtuvo por la venta de otros productos (wearables, accesorios para el hogar, iMac, iPad) y servicios.
En el último tiempo la competencia dentro del rubro smartphones se comenzó a sentir más fuertemente. Otras compañías lograron lanzar productos con característica técnicas que el iPhone recién incorporó después. Un ejemplo de esto son las pantallas Oled o las cámaras múltiples. Apple sumó estas características cuando ya estaban consolidadas en el mercado.
Es verdad que, en otras cuestiones, sí logró anticiparse en el último tiempo, como fue el caso del Face ID que, una form de reconocimiento facial que, a diferencia de lo que proponían las empresas de la competencia hasta ese entonces, no se basa sólo en el software sino en hardware, utilizando una cámara infrarroja.
Pero, más allá de esto, Apple logró instalarse como marca. La empresa no sólo vende un producto sino también una experiencia que se materializa cuando uno visita una tienda Apple, donde se recibe soporte técnico, atención personalizada y hasta la posibilidad de recibir capacitaciones.
Sus productos tienen buena recepción en los usuarios y fueron pioneros en materia de innovación, sobre todo en el mercado de smartphones. Si bien hay productos que pueden competir de igual a igual con sus productos y hasta superarlos, en cuestión de características técnicas, lo cierto es que Apple logró convertirse en una marca estrella, con un claro sello aspiracional. Y un buen relato.
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