El Doodle de hoy recuerda el nacimiento de Lucha Reyes, una popular cantante peruana que con su voz supo trascender fronteras y conmover a sus seguidores. Nació el 19 de julio de 1936, en Lima, en el seno de una familia muy pobre, con 15 hermanos.
Sufrió la muerte de su padre cuando era pequeña. No fue el único golpe que tuvo en su vida: los padecimientos económicos pesaron durante su crianza, un incendio en el hogar obligó a la familia a dejar su barrio y sufrió violencia por parte de su marido.
A todo esto se sumaron varios problemas de salud: tenía diabetes y disena. Su precaria salud la obligaban a someterse a constantes chequeos médicos.
Durante su juventud trabajó lavando ropa y en la cocina de restaurantes. La música era su refugio. Cuando tenía 20 años, participó de un programa de cantantes aficionados en la Radio Victoria. Debutó con el vals de Sixto Carrera Abandonada, y tuvo un éxito rotundo. Su particular estilo a la hora de interpretar canciones no pasó desapercibido.
Parecía que ése sería el comienzo de su carrera profesional pero sus recurrentes problemas de salud la obligaron a permanecer un año internada en un hospital. Luego de recibir el alta, en 1960, volvió a cantar y en el Teatro Pizarro de los Barrios Altos vuelve a tener un éxito rotundo con el vals Abandonada.
Durante años cantó en peñas y viajó por Perú mostrando su arte. Además de tener una voz que conmovía, se destacaba por usar pelucas multicolor con diferentes estilos y peinados. A finales de los años 60 grabó un long play con seis temas, entre los que se destacaron el vals Fatalidad y los boleros Mi desdén y Tú me Acusas.
En 1970, lanzó su primer álbum titulado La morena de oro del Perú, que incluía el vals Regresa. La particular interpretación de Lucha Reyes de canciones como Vuelve, aunque sea para decir adiós la convirtieron en una de las cantantes más populares de aquel entonces.
En 1972 presentó su trabajo Siempre Criolla. Ese año viajó a Estados Unidos y se presentó en el Waldorf-Astoria de Nueva York y Chicago. Luego tuvo que someterse a una pausa, ya que fue hospitalizada para seguir con sus controles médicos. A esa altura su salud ya estaba muy deteriorada.
La mañana del 31 de octubre de 1973 cuando estaba yendo a una misa en la Sociedad Peruana de Actores, por el Día de la Canción Criolla, sufrió un infarto. Fue trasladada de inmediato a una clínica pero no se pudo hacer nada: llegó sin vida. Así fue que con apenas 37 años y el mismo día de la Canción Criolla, Lucha Reyes falleció, pero su legado permanece hasta el día de hoy.
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