CloudLock es una solución de seguridad que permite abrir y cerrar las puertas del hogar usando el celular, por medio de tecnología NFC, que son las siglas en inglés de Near Field y que podría traducirse en español como "comunicación de campo cercano".
El NFC es una solución que permite la comunicación inalámbrica y el intercambio de datos entre dos dispositivos que se encuentren a escasa distancia. Muchos móviles integran esta opción que se utiliza, entre otras cosas, para hacer pagos digitales. Y en este caso, para abrir la puerta.
Los creadores detrás de CloudLock son Ramiro Yoffe, Joaquín Bazterrica, Brian Stock y Axel Preiti, alumnos de quinto año del colegio ORT. La solución de seguridad integra una app y una página web donde se dan de alta los usuarios, que se conecta con la cerradura.
Los estudiantes desarrollaron e implementaron la idea en cuatro meses, el año pasado, mientras cursaban cuarto año. Ahora están presentando esta iniciativa en el marco de la #TICExperience, un encuentro abierto a la comunidad, donde estudiantes de entre 16 y 18 años, de la especialización Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC) dan a conocer este tipo de proyectos.
Se trata de la undécima edición de la #TICExperience, un evento que fue declarado de interés educativo, científico y tecnológico por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que comenzó el 25 de junio y seguirá abierto hasta el 27.
La muestra es interesante no sólo por los proyectos que se ven allí, que van desde asistentes virtuales hasta soluciones satelitales, sino porque son una muestra del resultado que produce una educación técnica basada en el desarrollo de proyectos.
Los alumnos buscan con sus ideas solucionar un problema, generar algo disruptivo u ofrecer una alternativa inclusiva. Detrás de lo que aprenden hay un objetivo, un para qué: tienen que plasmar los conceptos en un producto.
Si hubiera que elegir un elemento conector entre todos los proyectos de la muestra que Infobae recorrió, probablemente sería la motivación con la que los alumnos explican cada una de sus iniciativas. Ese entusiasmo deja en claro que están comprometidos con ese trabajo que hicieron.
Los representantes del colegio que acompañaron durante la vista explicaron que los alumnos van aprendiendo los lenguajes de programación y demás herramientas en función de los proyectos que quieren llevar adelante.
La especialización en TIC comienza en tercer año, o sea que llegan allí sin conocer técnicas de programación ni desarrollo web o de apps, y en función del proyecto que deseen armar van adquiriendo las técnicas, siguiendo una línea matriz de contenidos. En tercer año se focalizan en PC y redes locales; en cuarto año, el eje está en desarrollo web, realidad aumentada y virtual; y en quinto se especializan en aplicaciones móviles.
"El sistema te permite dar de alta a diferentes usuarios, para que puedan entrar con sus celulares al hogar", explica Ramiro, uno de los creadores de CloudLock. En la página se ingresa el celular con su respectivo número de IMEI y la información está cifrada, dicen.
¿Y qué pasa si te roban el móvil? "Entrás a la página y bloqueás el equipo para que ya no se pueda usar en la puerta", cuenta Joaquín. "Es un sistema más seguro que el de las tarjetas RFID porque en ese caso cualquiera que la roba la puede usar; acá se gestiona todo desde la app y la web, de manera segura", añade.
El proyecto, uno de los más destacados de la muestra, fue elegido el año pasado para participar del concurso organizado por la Asociación Argentina de Control Automático (AADECA) y obtuvo el segundo puesto en la categoría estudiantil.
Aquí, un recorrido por algunos de los otros proyectos que se pueden ver en la #TICExperience
Un espejo inteligente que responde a comandos de voz
G.H.O.S.T. es un espejo inteligente al que se le pueden hacer preguntas por medio de comandos de voz y luego responde al usuario, desplegando la información de forma gráfica sobre el cristal.
Los alumnos de cuarto año detrás de este proyecto, que emplea tecnología de Google Assistant, son Manuel Bozzani, Luca Jaichenco, Juan Cruz Cobo y Guadalupe Doval.
La carcasa está hecha de madera y acrílico. Para darle vida inteligente a este espejo, los estudiantes utilizaron una placa Raspberry Pi 3 (una placa con procesador, conectores y memoria integrada), crearon un servidor en Python y para desarrollar la página web recurrieron a HTML, CSS y Java Script.
Una plataforma de capacitación en finanzas que ofrece simulación en tiempo real
Tradeonomix es un plataforma de capacitación en finanzas que ofrece simulaciones en tiempo real con información de diferentes momentos históricos.
"Está diseñada para que al egresar del curso se reciba un diploma digital en blockchain", explica Dylan Szejnblum, alumno de quinto año y uno de los creadores de este desarrollo junto con Álvaro Rodríguez Seijo, Martín Erlich y Nicolás Rozenberg.
Para crear este producto utilizaron LoopBack de IBM, WebFree para los smart contracts y lenguaje Java Script para programar la aplicación.
Desarrollos con información satelital
En la muestra hay dos proyectos que surgieron a partir de un trabajo colaborativo con la empresa argentina Satellogic. La compañía les propuso resolver algunos desafíos utilizando la información que recopilan los nanosatélites.
Así surgió Roadtrip, un trabajo de Ignacio Pardo y Tomás Spognardi. Ellos utilizaron la información satelital y crearon una página web que permite visualizar esa información en tiempo real en un mapa. Esto podría usarse para ver con precisión el tráfico en la ciudad, o encontrar lugares para estacionar.
Starcam es otro de los proyectos que emplea imágenes satelitales. Fue desarrollado por Ignacio Di Leva, Iñaki Arango, Federico Shih y Milena Rosman. "Diseñamos una plataforma que contiene un lenguaje de programación que se llama Xtasm y que nosotros mismos creamos", detalla Iñaqui.
El sistema permite subir varias imágenes satelitales que corresponden a diferentes fragmentos de un terreno, luego las procesa y arma una foto combinada, bien definida y sin desfasaje. Lograr esta precisión fue uno de los grandes desafíos, explican los alumnos a Infobae.
La plataforma también permite subir una foto común y otra infrarroja del mismo objeto o lugar y permite verlas fusionadas. "Esto sirve para detección de riesgos como fugas en caños o en obras", dice Milena.
Dentro de la feria también se pueden ver desarrollos en realidad virtual, como SAE, un simulador que busca concientizar a la sociedad sobre cómo es la vida diaria de una persona no vidente.
Se trata de un desarrollo de Lautaro Hernando, Federico Sonkin, Guido Ungar e Idan Mizrahi, alumnos de quinto año del colegio. El objetivo primordial es que las personas videntes puedan entender cómo es desplazarse sin este sentido.
Para esta iniciativa, que surgió luego de hablar con la ONG Cilsa, los alumnos emplearon lenguaje Unity y gafas Oculus Rift con sus comandos para las manos (touch controller).
Está ideada para que lo usen dos personas: una se pone las gafas, comienza a caminar por un cuarto virtual, toma el bastón con el comando de Oculus, abre una puerta y de pronto el entorno se vuelve oscuro. Así comienza la simulación.
Esta persona con las gafas, tal como si fuera no vidente, solo comienza a oír sonidos del entorno y cada vez que apoya su bastón virtual en el suelo siente una pequeña vibración, por medio de los comandos.
En ese momento, el acompañante, que está a su lado, comienza a ver en pantalla un entorno virtual que simula una ciudad donde hay calles, edificios, autos que circulan y semáforos. Y en función de eso le va a ir indicando, por voz, al usuario que tiene las gafas y el controlador, cómo debe moverse. Le dará instrucciones para que se detenga en las esquinas, doble o sortee obstáculos.
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