La semana pasada, el Parlamento Europeo aprobó la creación de una gran base de datos de identidad y biométricos de quien pise alguno de sus países integrantes, los cuales serán recolectados por las autoridades con el fin de mantener interconectados a los sistemas de control de fronteras, migración y aplicación de la ley.
El nombre de esta enorme base de datos será Repositorio de Identidad Común (CIR, por sus siglas en inglés) y unificará los registros de más de 350 millones de personas. De acuerdo con el Parlamento, este sistema mejorará el intercambio de datos entre los sistemas de información de la UE para la gestión de las fronteras, la seguridad y la migración.
Además, se busca que los sistemas de información sean interoperables y permitan el intercambio de datos entre los sistemas, lo cual facilitaría las tareas de guardias de fronteras, funcionarios de migración, agentes de policía y autoridades judiciales al proporcionarles un acceso sistemático y rápido a los diversos sistemas de información de la UE.
El CIR contará con los registros de identidad como nombres, fechas de nacimiento, números de pasaporte y otros detalles de identificación. Asimismo, tendrá a su disposición información biométrica (huellas dactilares y escáneres faciales), datos que se podrán cruzar con el fin de, por ejemplo, detectar si una persona está registrada bajo múltiples identidades en diferentes bases de datos.
Las nuevas normas cubrirán a varios sistemas de datos la Unión Europea, entre los que se encuentran el Sistema de Información de Schengen, Eurodac, el Sistema de Información de Visados (VIS) y tres nuevos sistemas: el Sistema Europeo de Antecedentes Penales (ECRIS-TCN), el Sistema de Entrada/Salida (EES) y el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS), explicó el Parlamento en un comunicado.
Los detalles de la creación de esta base de datos de identidad y biométricos se hicieron públicos el año pasado y desde entonces Statewatch, una organización que supervisa las libertades civiles en la Unión Europea, ha calificado al CIR como "el punto de no retorno" al ser "una base de datos centralizada de la UE, que sería como el 'Gran Hermano'".
Si bien su objetivo inicial es ayudar a las autoridades en el seguimiento de migrantes y delincuentes, en la población existe el temor de que este sistema se amplíe y abarque el rastreo de sujetos que no son objeto de ninguna investigación criminal como los turistas que viajan a través del territorio de la UE.
Las normas sobre interoperabilidad entre los sistemas de información de la UE centrados en fronteras y visados fueron aprobados por 511 votos a favor, 123 en contra y 9 abstenciones, mientras que la legislación centrada en la cooperación policial y judicial se aprobó con 501 votos a favor, 130 en contra y 9 abstenciones.
Tras la aceptación formal por parte del Consejo Europeo, los Estados miembros dispondrán de dos años para adoptar las nuevas normas y cuando esto suceda el CIR se convertirá en una de las bases de datos para el seguimiento de personas más grande del mundo, únicamente detrás de los sistemas empleados por el gobierno de China y el sistema Aadhar, de la India.