(Video: 60 minutes/ CBS)
Ha sido descrito como uno de los programas espía más sofisticados jamás creados. Su nombre es Pegasus y es un avanzado software fabricado por la empresa israelí NSO Group, que afirma venderlo exclusivamente a los Gobiernos para combatir el terrorismo y el narcotráfico.
El software se infiltra en teléfonos inteligentes a través de un mensaje de texto con un enlace para revelar llamadas, correos electrónicos, mensajes de texto y contactos, e incluso puede activar el micrófono y la cámara para escuchar y ver al usuario sin que este se dé cuenta.
Pero su uso despierta cada vez más interrogantes éticos y crecientes temores de uso indebido. Para concentrarse en un objetivo, por ejemplo, las autoridades a menudo infectan los teléfonos de personas inocentes a su alrededor, como miembros de la familia. Recientemente se ha informado de que las autoridades mexicanas usaron Pegasus para capturar al capo de la droga Joaquín El Chapo Guzmán infiltrando los teléfonos de algunas de las personas con las que habló mientras estaba en la cárcel.
Otro temor de activistas y expertos en ciberseguridad es que Pegasus sea adquirido por Gobiernos y organizaciones cuyo fin no es la lucha al terrorismo o a la delincuencia, sino espiar y perseguir opositores y disidentes. Ese temor se volvió más concreto tras revelarse varios casos de espionaje -la mayoría ocurridos en México- en los que se utilizó el software contra activistas y opositores.
Aunque el caso que tuvo más repercusión involucra a Omar Abdulaziz, un influyente disidente saudí que estaba en contacto con el periodista Jamal Khashoggi antes de su asesinato en el consulado saudí de Estambul. Abdulaziz está demandando a NSO alegando que los saudíes usaron a Pegaso para piratear su teléfono, y por lo tanto espiar al objetivo.
Sin embargo, el cofundador y CEO de la empresa, Shalev Hulio, aseguró en una entrevista con el programa de CBS 60 Minutes que esos temores son infundados.
"Contribuimos a crear un mundo más seguro", afirmó. Y sobre el asesinato de Khashoggi dijo: "Es realmente horrible. Cuando escuché por primera vez que había acusaciones de que nuestra tecnología ha sido utilizada contra Jamal Khashoggi o sus familiares, comencé a realizar una comprobación inmediata. Y les puedo decir muy claramente que no tuvimos nada que ver con este horrible asesinato".
Lo cierto es que Pegasus es una herramienta de espionaje tan sensible que antes de cualquier venta, NSO debe obtener la aprobación del Ministerio de Defensa de Israel, al igual que si se tratara una venta de armamentos.
"Solo digo que estamos vendiendo Pegasus para prevenir el crimen y el terror", dijo Hulio. El empresario asegura que el programa contribuyó a salvar a "decenas de miles de personas".
También rechazó que Pegasus sea usado por Gobiernos que consideren a la oposición como "terrorista".
"Cada cliente que vendimos tiene una definición muy clara de lo que es el terrorismo", dijo Hulio. "Hay más de cien países a los que nunca venderemos nuestras tecnologías", aseguró.
Además, dijo que NSO puede solicitar los datos de sus clientes para investigar eventuales acusaciones de uso indebido, aunque no puede ver antes cuáles son los objetivos del espionaje.
"En los últimos ocho años, solo tuvimos tres casos reales de uso indebido", dijo en 60 minutes. "De los miles de casos en que se salvaron vidas, tres fueron un uso indebido y aquellas personas o aquellas organizaciones que hacen mal uso del sistema ya no son clientes y nunca volverán a ser clientes".
No obstante, Citizen Lab, una organización de derechos humanos de la Universidad de Toronto, dice que pudo encontrar 25 casos de uso indebido solo en México, donde Pegasus se utilizó para atacar a rivales políticos, periodistas y abogados de derechos civiles. También dicen que encontraron el enlace de Pegasus en el teléfono de un activista de derechos humanos de los Emiratos Árabes Unidos.
"Si descubrimos que alguien está haciendo un mal uso del sistema, lo apagaremos de inmediato", dijo Hulio. "Tenemos el derecho de hacerlo, y tenemos la tecnología para hacerlo".
"No es una tecnología de vigilancia masiva", dijo por su parte Tami Shachar, la copresidente de NSO. "Esto es realmente para los Bin Laden del mundo".
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