En 1921, el artista James Biggs, un inglés con discapacidad visual, pintó su bastón de blanco para que lo distinguieran en la calle. La historia lo señala como el creador de un elemento esencial en la vida de las personas no videntes.
Sin embargo, otra historia indica que el inventor y político argentino José Mario Fallótico fue su creador. Pero nunca patentó su invento. Y, finalmente, la patente fue de Estados Unidos.
A partir de 1931, el bastón blanco comenzó a expandirse al mundo. Inclusive existe el día de la concientización del bastón blanco, el 15 de octubre. Casi 100 años después de su creación, el invento se ha modernizado.
Desarrolladores turcos crearon WeWalk, un bastón blanco inteligente para no videntes. Su diseño, una vez más, se vincula a una necesidad puntual de uno de sus creadores.
"Soy ciego desde que nací, éste es un desarrollo significativo para mí. El bastón blanco ha permanecido igual durante 100 años. Vimos una oportunidad para mejorarlo con la ayuda de la tecnología", dice a Infobae Kürşat Ceylan, cofundador de WeWalk, compañía con sede central en Estambul.
Continúa: "El concepto de WeWalk se desarrolló durante un hackatón, llevó luego un período de investigación y desarrollo". El dispositivo se convirtió en producto cuando los desarrolladores se unieron a Vestel, una empresa turca de electrónica de consumo que opera en 26 países, con fábricas en Europa.
Ceylan forma parte de la organización sin fines de lucro, Young Guru Academy (YGA), fundada en Turquía en 2000. Es un empresario social reconocido que, incluso, ha hablado en las Naciones Unidas y lidera las tecnologías que desarrolla YGA, especialmente las destinadas a personas con discapacidades visuales.
Cómo funciona el bastón
WeWalk es un bastón inteligente y plegable. "A diferencia de un bastón tradicional, puede detectar obstáculos que están por encima de los niveles del pecho y la cabeza con su sensor ultrasónico", explica Ceylan.
El dispositivo tiene una aplicación para iOS y Android para conectarse con smartphones a través de Bluetooth. "Una vez conectados, los usuarios pueden personalizar su configuración y administrar integraciones de aplicaciones de terceros, como Google Maps", señala.
El usuario puede obtener instrucciones, paso a paso, para llegar a un lugar. Es posible también ajustar la distancia a la que su bastón puede detectar objetos a través del teléfono. Vibra si hay un obstáculo, entre varias funciones.
WeWalk tiene micrófono, parlante, panel táctil, sensor ultrasónico, giroscopio, acelerómetro, un compás, chip Bluetooth, un microprocesador, una batería recargable y motores de vibración. La batería tiene cinco horas de duración.
El dispositivo es compatible también con Amazon Alexa y según explica Ceylan, la idea es ir sumando apps que puedan integrarse al producto.
Comenzará a ser vendido en Turquía en marzo, y llegará a Estados Unidos y Reino Unido en junio. La compañía está buscando alianzas comerciales en el mundo, para llegar también a América Latina.
"Más allá de ser solo un producto, WeWalk representa una oportunidad para la participación plena e igualitaria en el mundo, desde la socialización hasta la vida independiente", expresa su cofundador.
El desarrollo del bastón inteligente tomó vida gracias al financiamiento colectivo en el sitio de crowdfunding Indiegogo. Es posible reservarlo a través de esa plataforma, disponible por USD 399.
A través del newsletter de la compañía en wewalk.io, se pueden conocer todos los canales de venta. "Nuestro objetivo es llegar a más de 2.000 personas con discapacidad visual en 2019", finaliza Ceylan.
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