A Elon Musk le preocupa el avance de la inteligencia artificial. En más de una oportunidad habló de los riesgos que esto puede implicar para el futuro. Los robots podrían quedarse con los empleos, incluso regir el destino de los humanos y hasta convertirse en poderosas máquinas asesinas. De hecho, una de sus preocupaciones es el empleo del machine learning en el desarrollo de armas de guerra cada vez más precisas, destructivas y autónomas.
Ante este panorama, Musk cree que es necesario convertirse en cyborgs súper capaces. Su idea es lograr una integración entre los humanos y la inteligencia artificial. Con esta finalidad, creó la empresa Neuralink, hace más de dos años.
La compañía, según se destaca en su sitio oficial, está desarrollando interfaces máquina-cerebro de banda ancha de avanzada para conectar personas y computadoras.
Para lograr este ambicioso plan, se busca implantar pequeños electrodos en el cerebro para que éste adquiera capacidades computacionales.
"La aspiración a largo plazo, con las redes neuronales, sería lograr una simbiosis con la inteligencia artificial y una democratización de la inteligencia, de manera tal que no sea sostenida de manera monopólica y puramente digital por gobiernos y grandes corporaciones", explicó Elon Musk, en una entrevista que le concedió a Axios, en noviembre del año pasado.
"¿Cómo aseguramos de que el futuro constituya la suma de las voluntades de la humanidad? Si tenemos miles de millones de personas con conexión al gran ancho de banda de la extensión de inteligencia artificial de ellos mismos, en realidad haría a todos muy inteligentes ", añadió el empresario.
La empresa está en plan de expansión e investigación. En el sitio se explica que se están buscando ingenieros y científicos "excepcionales" para este proyecto. Y se aclara que no es necesario tener experiencia en el campo de la neurociencia. "Es más importante el talento y el ímpetu", se lee.
Para Musk, es necesario que los humanos se conviertan en cyborgs para no ser arrasados por las máquinas. En este sentido, su propuesta para salvar a la humanidad es añadir una capa de inteligencia artificial al cerebro.
Tal como explicó en una conferencia que dio en La Cumbre Mundial del Gobierno, en Dubai, el año pasado, hay que lograr "una fusión entre la inteligencia biológica y la de las máquinas" para que los humanos sigan siendo productivos y competitivos en el mundo. De otro modo, quedarán (quedaremos) a la merced de los robots.
Musk no es el único preocupado por el avance de las máquinas y su impacto en la vida humana. En junio de 2018, la Comisión Europea designó un comité de expertos para que ayuden a regular el avance de la inteligencia artificial.
Algunos tiene una visión más apocalíptica del futuro. Otros ven más beneficios que amenazas. Pero en lo que todos coinciden es que estamos atravesando una revolución tecnológico que está generando una gran transformación social y económica.
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