La feria CES que se hace cada año en Las Vegas es uno de los eventos más esperados dentro del universo tecnológico. Allí, las principales marcas y startups presentan sus nuevos productos y sorprenden con proyectos innovadores.
Este año no fue la excepción: se vieron "robots emocionales"; televisores modulares, pantallas enrollables y hasta el imponente aerotaxi que planea usar Uber para trasladar pasajeros por la ciudad.
También hubo espacio para algunos inventos llamativos como una máscara para combatir los ronquidos, un casco que da aviso cuando ocurre un accidente y ecografías en realidad virtual. La lista es interminable.
Pero más allá de la diversidad de gadgets y artículos la verdadera protagonista fue, una vez más, la inteligencia artificial. Pero no es la misma de siempre: es una inteligencia artificial cada vez más sofisticada y eficiente.
Es una inteligencia artificial que está cada vez más omnipresente y en constante evolución. Porque detrás de todos esos asistentes virtuales, robots, televisores y vehículos están los algoritmos de aprendizaje automático que recopilan datos, los procesan y van optimizando su desempeño.
Televisores enrollables, gigantes y cada vez más inteligentes
LG sorprendió con la presentación oficial de su televisor que se enrolla, una tecnología había anticipado en la anterior feria CES. Se trata del LG Signature OLED TV R, tiene 65"e integra el procesador Alpha 9 que, por medio de un análisis inteligente, puede analizar la imagen y así maximizar los contrastes para lograr colores más nítidos.
Samsung también renovó su línea de televisores, y sorprendió con su imponente QLED 8K de 98 pulgadas. Y, una vez, mostró que la tecnología microLED permite otorgar mayor definición en los colores.
Pero eso no fue todo: la surcoreana anunció la integración de Bixby en sus televisores QLED y premium de este año, así como en los aires, lavadoras y electrodomésticos. La empresa apuesta a una casa cada vez más inteligente y conectada.
Sony, LG y Samsung mostraron sus nuevos modelos 4k y 8K. Esta última tecnología sorprende y ya se vio en ferias anteriores el año pasado: son 33 millones de píxeles en el display. Para poder apreciar este nivel de resolución se necesitan pantallas cada vez más grandes y eso es lo que se destacó en la feria: Sony y Samsung presentaron sus televisores de 98″ y LG, de 88″.
Claro que para poder apreciar el 8K se necesita que se genere contenido con esta resolución y por ahora las grandes generadoras de contenido como Netflix o Amazon no anunciaron que vayan a producir material con este tipo de resolución.
Así es que, por ahora, habrá que apostar a la tecnología que incluyen algunos de estos televisores que, por medio de algoritmos, optimizan la resolución del contenido en 4K para que se vea como si fuera 8K.
Las tres compañías anunciaron la compatibilidad en sus smart TV con Airplay 2 de Apple. Este sistema permite enviar audios, fotos y videos desde un iPhone, Mac o iPad a los televisores de manera inalámbrica, sin tener que usar un Apple TV.
A su vez, Samsung ofrecerá la app de iTunes para ver películas y series en sus televisores. Esta integración de las distintas compañías con Apple expande el negocio para la empresa liderada por Tim Cook y el universo de opciones para los consumidores.
Taxis voladores
La era de los taxis voladores se acerca. Se viene hablando hace años de esta tecnología y ya se han visto prototipos. En la feria CES 2016, por ejemplo, la audiencia se sorprendió con el drone EHang 184 que el año pasado hizo sus primeros traslados de pasajeros en China.
En esta feria, se mostró el aerotaxi Nexus de la firma Bell, que podría usar Uber para el traslado de pasajeros a partir de 2023. Nexus cuenta con seis hélices y funciona a propulsión eléctrica.
Bosch, por su parte, mostró soluciones para lograr la automatización y electrificación de vehículos. En el stand de la feria exhibió un concept car para dar cuenta de cómo imagina el futuro de la movilidad en las ciudades.
Robots emocionales
Lovot, el robot de peluche con ojos tiernos se llevó la atención de los asistentes a la feria. Es un robot de compañía, que busca llamar la atención del usuario. A diferencia de otros robots no tiene como finalidad optimizar procesos en una fábrica, ni facilitar las tareas del hogar, solo pretende ser un compañero para el usuario.
Cuenta con 50 sensores, cámara y micrófono. Cuando reconoce a su dueño, lo busca y si se lo acaricia o se le cambia la ropa hace sonidos (no habla) en señal de agradecimiento. Lovot es lo que sus creadores llaman "un robot emocional".
Claro que además en la feria hubo espacio para otro tipo de robots como asistentes para la atención al público, modelos encargados de monitorear la salud y hasta de entretener a las mascotas en el hogar.
La feria dejó en claro que el mundo se está volviendo cada vez más conectado. Ya es posible interactuar con casi cualquier producto a través de comandos de voz. Porque los asistentes virtuales están integrados a parlantes, televisores, heladeras, robots, cámaras y lámparas. La interfaz del futuro (¿o acaso del presente?) es la voz.
Se vislumbra un futuro donde el usuario recibe atención a la medida de sus necesidades y comportamientos. Los datos ayudan a nutrir esos algoritmos todopoderosos que hacen que las máquinas se vuelvan cada vez más inteligentes y serviciales.
Claro que tanta optimización e inteligencia también las convierte en una amenaza para el empleo tal como lo conocemos. La cuarta revolución industrial ya está en marcha y va avanzando a pasos acelerados. Estamos en medio de una transformación tecnológica que es cada vez más veloz. En medio de todo eso, los humanos siguen buscando amor. Y parece que eso también (o algo parecido) llegará de la mano de la tecnología. Quizás por eso, los robots emocionales o el robot perro Aibo (que también se vio en la feria anterior) fueron tan populares.
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