Los televisores fueron los grandes protagonistas en la previa de la feria de electrónica de consumo CES 2019, en la que dos auténticos titanes del sector, LG y Samsung, presentaron un modelo que se enrolla sobre sí mismo y un monitor con tecnología MicroLED de 75 pulgadas, respectivamente.
El aparato de LG, que saldrá al mercado este mismo año, tiene una pantalla 4K OLED de alta resolución que se enrolla sobre sí misma cuando está apagada y por tanto no ocupa espacio.
Por su parte, Samsung presentó dos modelos: un televisor con tecnología MicroLED de altísima resolución 4K y de 75 pulgadas, lo que representa una reducción sustancial del tamaño que este tipo de aparatos presentaban hasta la fecha y lo hace más fácilmente adaptable al hogar. Y el imponente QLED 8K de 98 pulgadas, que es el más grande hasta el momento y que viene con el chip Quantum Processor 8K.
Ambas empresas, además, se sumaron a una de las tendencias que se están viendo estos días en CES: la de dejar atrás antiguas rivalidades para hacer productos y servicios compatibles entre sí, siendo uno de los ejemplos más ilustrativos la inclusión de AirPlay 2 de Apple entre los sistemas que pueden operar en los nuevos televisores de Samsung y LG.
Apple ha sido tradicionalmente reacia a permitir que sus productos funcionen en dispositivos de otras marcas, pero finalmente los usuarios de Mac, iPad o iPhone podrán reproducir contenidos desde estos aparatos en sus televisores mediante el ecosistema AirPlay 2.
Del mismo modo, la inclusión de HomeKit hará que se pueda interactuar con los televisores usando el asistente de voz de Apple, Siri, que se añade así a Google Assistant y Alexa de Amazon.
"Muchos de nuestros clientes también tienen dispositivos de Apple. LG ha trabajado con Apple para crear una experiencia de usuario simplificada y me congratula poder anunciar hoy que añadimos AirPlay a nuestros televisores de 2019", indicó el director de marketing para productos de entretenimiento del hogar de LG, Tim Alessi.
La firma surcoreana ha bautizado a su nuevo televisor LG Signature OLED TV R (aunque puede que este no sea el nombre definitivo con el que es lanzado al mercado), y se trata de una versión mejorada y terminada del prototipo con el que ya sorprendió en este mismo congreso en las Vegas el año pasado.
La pantalla de 65 pulgadas está hecha con material OLED (leds orgánicos) que emite imagen de resolución 4K, muy brillante y de alto contraste como las que la empresa ya tiene en el mercado, y está "montada" sobre una caja rectangular de una altura inferior a un tercio de la del monitor. Esta caja es la que "esconde" el televisor cuando se apaga, enrollado sobre sí mismo como si de una persiana se tratase.
El aparato tiene tres modos distintos: vista completa, que supone la totalidad de la pantalla; vista lineal, en la que la pantalla se esconde parcialmente y sólo muestra los controles de música, reloj, información meteorológica y otros, y la vista cero, en la que todo el televisor se halla "escondido".
En cuanto al modelo de Samsung, se trata de un paso más allá en la tecnología MicroLED, por la que el fabricante asiático está apostando con fuerza, basada en la combinación de placas con millones de chips LED inorgánicos (y por tanto de duración ilimitada) que emiten su propia luz, sin necesidad de iluminación posterior, lo que permite crear pantallas sin apenas grosor.
El nuevo televisor de Samsung, de hecho, es extremadamente fino y tiene unos marcos prácticamente imperceptibles.
"Durante décadas Samsung ha liderado la innovación en cuanto a pantallas de última generación. Nuestra tecnología MicroLED se halla a la vanguardia de la próxima revolución en pantallas con monitores inteligentes y adaptables que sobresalen en todas las categorías", indicó durante la presentación el presidente de negocio de pantallas de la compañía, Jonghee Han.
Las imágenes producidas por MicroLED tienen una calidad similar a la de OLED, con la diferencia de que OLED usa componentes orgánicos y, por tanto, perecederos.
Por su parte, Sony presentó sus nuevos televisores 8K de 85 y 98 pulgadas; así como los OLED 4K de 55, 65 y 77 pulgadas.
Estos modelos cuentan con la última generación del procesador de imágenes Picture Processor X1TM que ofrece mejores contrastes en la imagen, gracias a un algoritmo que permite optimizar colores y definiciones.
Y también tiene la función Sound-from-Picture Reality, que reproduce los sonidos con mayor fidelidad.
A su vez, todos estos modelos ejecutan Android TV, e integran al asistente virtual de Google. También son compatibles con AirPlay 2 y HomeKit, ambas de Apple.
Con información de EFE
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