Es tiempo de balances, y los videojuegos no se escapan a este tipo de evaluaciones. Sin dudas, el 2018 fue un gran año en materia de gaming, incluso mejor que el año pasado. Hubo de todo: algunos de los mejores exclusivos de esta generación de consolas, un lanzamiento que tomó 8 años de desarrollo, juegos indies que tomaron protagonismo y un debate constante entre la experiencia multijugador y el juego en solitario.
God of War se coronó como el mejor videojuego del año en The Game Awards, algo así como los Oscar del gaming. Este relanzamiento no sólo implicó renovar una saga desde lo estético y el combate, sino que también implicó un giro de 180° a un personaje que antes era unidimensional.
La aventura de Kratos junto con su hijo para esparcir las cenizas de la recién difunta esposa y madre es más que un viaje al punto más alto de los 9 reinos de la mitología nórdica.
Se trata de analizar al personaje en el rol de padre, los intentos de no repetir lo que se considera errores en los hijos, de aprender de ellos, de dejar el pasado atrás y no permitir que eso defina al futuro.
Además de ser recibir críticas positivas por parte de la crítica especializada, el exclusivo de PlayStation 4 también fue un éxito de ventas. Según Forbes, en los primeros tres días se comercializaron más de 3 millones de copias. Un record para Sony.
El otro gran competidor para el juego más destacado del año era Red Dead Redemption 2. Desarrollado por Rockstar Games (el mismo estudio que ha realizado la saga de GTA) es el simulador perfecto sobre cómo era vivir hacia fines del siglo XIX en el Oeste de los Estados Unidos.
El nivel y cantidad de pequeños detalles a lo largo de este mundo abierto es impresionante. Por ejemplo: si en medio de un tiroteo el sombrero del personaje recibe un balazo, quedará el agujero durante toda la partida.
Todo estos logros no estuvieron libres de polémica: hubo denuncias de trabajadores que aseguran haber pasado hasta 100 horas semanales en los meses finales previos al lanzamiento. El juego tuvo ventas por USD 725 millones.
Cerrando el año, Nintendo Switch lanzó un videojuego exclusivo muy esperado: Super Smash Bros Ultimate. Es el último eslabón de una saga de pelea para hasta 8 jugadores, donde los personajes seleccionables son los más importantes de los videojuegos de Nintendo y otras plataformas. Así es como Mario Bros puede combatir al mismo tiempo contra Link (Legend of Zelda), Pikachu (Pokemon) y Ryu (Street Fighter).
Si se suman los personajes que vuelven junto con los nuevos, la cantidad de opciones es enorme: más de 70 posibles luchadores.
Super Smash Bros Ultimate se convirtió en el título que se vendió más rápido de toda la saga: se comercializaron más de 3 millones de copias en 11 días, según un comunicado difundido por Nintendo.
Otra de las apuestas que tenía PlayStation 4 durante 2018 era Marvel's Spider-Man. Y fue una apuesta que le dio muchos frutos. Spider-Man superó incluso a God of War en unidades vendidas durante los primeros días de lanzamiento: poco más de 3,3 millones de copias vendidas. Esto representa aproximadamente USD 179 millones, un cifra que supera incluso a los ingresos que generó la última película estrenada de Spider-Man.
El juego fue una apuesta porque fue desarrollado por Insomniac Games, un estudio que si bien había realizado algunos de los mejores juegos exclusivos para PlayStation, no era de los más importantes.
El estudio tuvo una caja de herramientas que incluía más de medio siglo de mitología del personaje para hacer una historia nueva y fresca. Logró, además, construir un sistema de balanceo para viajar a lo largo de Nueva York que es fluido.
Acompañado por un contenido post lanzamiento que incluyó 3 DLC (The Heist, Turf Wars y Silver Lining forman parte del paquete The city that never sleeps).
Si bien el 2018 fue un año donde los juegos de un sólo jugador se destacaron, no se puede dejar de mencionar el fenómeno Fortnite, que ofrece partidas de hasta 100 jugadores a través del estilo Battle Royale.
Los bailes de la victoria realizados por jugadores durante el Mundial en Rusia, pasando por lograr que el streamer más popular (Tyler "Ninja" Blevins) haga partidas junto con raperos y hasta un acuerdo de exclusividad con Samsung demuestran que Fortnite fue uno de los fenómenos del año. Además, sus 200 millones de jugadores inscriptos, de los cuales hay unos 8 millones activos, hablan por sí mismos.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Cuáles fueron los 5 robots más destacados de 2018
La Superliga presentó su torneo de fútbol virtual en el FIFA 19
La empresa creadora del juego Fortnite ya vale USD 15.000 millones