Un tribunal de Fuzhou dio lugar a un pedido de la empresa de microprocesadores Qualcomm que asegura que Apple viola patentes en los teléfonos iPhone 6S, iPhone 6S Plus, iPhone 7, iPhone 7 Plus, iPhone 8, iPhone 8 Plus y iPhone X.
La demanda, que se presentó el 29 de septiembre, en Beijing, asegura que Apple emplea tecnología de Qualcomm para la administración de energía, la edición de fotografía y la gestión de la pantalla táctil que les pertenece a ellos.
"Apple emplea tecnologías inventadas por Qualcomm sin pagar por ellas", aseguró Christine Trimble, vocera de la compañía, según publicó Bloomberg, en aquel entonces.
La empresa asegura que Apple le debe unos 7.000 millones de dólares en regalías por usar esta tecnología. Por su parte, la compañía de la manzana mordida salió a decir que esto no es verdad.
"Todos los modelos de iPhone permanecerán disponibles para nuestros clientes en China. Qualcomm apela a tres patentes que no había alzado antes, incluyendo una que ya ha sido invalidada. Continuaremos con todas nuestras opciones legales en los tribunales", aseguraron desde la empresa liderada por Tim Cook.
Luego de que se difundiera la decisión del tribunal chino, las acciones de Apple cayeron un 2%, en tanto que las de Qualcomm subieron un 3%.
"Estas órdenes judiciales son una confirmación más de la fortaleza de la amplia cartera de patentes de Qualcomm", dijo la empresa de procesadores tras conocer esta resolución judicial.
Boicot tras la detención de la directiva de Huawei
Cabe destacar que la situación entre Estados Unidos se encuentre en un momento de máxima tensión tras la detención de la directora financiera de Huawei, Sabrina Meng Wanzhou.
Esta situación generó una gran cantidad de críticas en China, incluso por parte del Gobierno. El vocero del ministerio de Exteriores, Lu Kang, dijo que Wanzhou calificó la detención como una "violación a los derechos humanos".
A su vez, desde el mundo corporativo ya comenzaron a surgir algunas iniciativas para boicotear los productos de origen estadounidense.
Menpad, una compañía que fabrica pantallas de teléfonos y que se encuentra en la ciudad china de Shenzhen, anunció que dejará de comprar equipos que vengan de Estados Unidos e incluso anunció que castigará con una multa a cualquier empleado que compre iPhones u otros móviles de EE.UU en los próximos años. Por su parte, ofrecerá beneficios para adquirir productos de origen chino, según publicó el diario El Mundo.
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