En tiempo real y "absorbiendo" la enormidad del mundo digital en sus múltiples plataformas. Así estamos. Esta parecer ser la "propuesta" de la tecnología de la comunicación y la información (TIC). No lo impone, claro, pero casi. Sobre todo cuando ocurre en el ámbito laboral. ¿Cómo no responder una mail con una consulta de un posible cliente? Para un freelancer esto puede resultar casi imposible, porque podría significar perder una oportunidad valiosa.
¿Cómo no responder un mensaje del jefe aunque sea fuera del horario laboral? Esto puede significar un riesgo. Con el avance las nuevas tecnologías parece haber surgido una suerte de contrato implícito que dice que hay que estar conectados y disponibles las 24 horas.
No es posible estar online y atentos a todo en todo momento. Difícilmente se pueda completar un informe mientras se contesta un mensaje y se pone "like" a una foto en Instagram. El multitasking termina generando improductividad, estrés y resultados pobres.
Con este nuevo contexto, es necesario establecer nuevas formas de trabajo para poder usar al máximo el tiempo que estamos conectados y luego desconectarnos sin culpa.
Viviana Laura Díaz analiza muchas de estas cuestiones en su libro Teletrabajo y neurotecnología: una guía imprescindible para gestionar el trabajo 4.0. En diálogo con Infobae, profundizó sobre algunos conceptos clave para aprender cómo desempeñarse en el mundo virtual sin caer presos del tecnoestrés
-En su libro habla de Small Data: ¿qué diferencia tiene con el Big Data?
-El Small Data es el proceso por el cual hacemos uso de datos de menor tamaño que forman parte de nuestra rutina y que facilitan el conocimiento de lo que pasa en nuestro entorno. Como no todo puede medirse con cifras, el Small Data puede aportar valor y complementarse con el Big Data en la medida de las emociones. El objetivo es que las empresas puedan obtener resultados procesables sin tener que adquirir los tipos de sistemas que habitualmente se utilizan en el análisis del Big Data, que requieren muchísimo esfuerzo y tiempo. Estamos constantemente creando pequeños conjuntos de datos cada vez que nos registramos, cuando hacemos una búsqueda, navegamos, publicamos algo, etc., es decir perfilamos nuestro estado físico y digital.
-En un contexto cada vez más digitalizado, ¿cuáles son las características humanas que cobran cada vez más relevancia?
-Sin lugar a dudas las que durante mucho tiempo fueron denominadas como habilidades "blandas": las emociones. Hoy la ciencia demuestra que cumplen funciones ejecutivas, conduciendo la razón, motivando el cambio y generando la energía que nos permite salir de la zona de confort, de aquello "conocido" para aceptar nuevos desafíos. La inteligencia emocional es clave para nuestro bienestar mental y para las relaciones con los demás, implica reconocer las emociones de los otros facilitando su identificación. Desde lo cognitivo, los pensamientos son los responsables de la formación de las emociones, por eso los debemos entrenar y focalizar, como principio básico del método GNT que presento en el libro.
-¿Cómo resumiría el sistema de Gestión Neuro-TIC (GNT)?
-Es un método para entrenar el cerebro, logrando la economía de la atención, ignorando distracciones, potenciando la concentración y proviniendo el impacto negativo de las TIC en el sistema nervioso. Se busca humanizar la tecnología para lograr un uso sustentable y no adictivo de la misma que apunte a una mejor calidad de vida, una mejora de la empleabilidad. La crisis actual no es la aceleración sin la dispersión y la fatiga informática, por eso frente a la "infoxicación", la respuesta es el GNT. Una herramienta open mind que nos entrena para elegir de manera creativa y consciente, utilizando prácticas como la respiración, la meditación, el pensamiento lateral y la programación neurolingüística, el yoga , el Epep (Educación enfocada en el propósito) y el mindfulness.
-¿Cómo influye la neurociencia en el teletrabajo?
-La neurociencia influye en todos los aspectos de la vida del ser humano, y el teletrabajo como modalidad laboral no es ajeno. La tarea principal de la neurociencia es estudiar y explicar cómo funciona nuestro sistema nervioso, nuestras conexiones neuronales. El ser humano puede autoliderar la calidad de funcionamiento del cerebro para que sea más ágil, más efectivo, gestionando sus emociones. El teletrabajo es una especie, dentro del trabajo conectado remoto, que se lleva adelante a distancia, a través de las TIC, que son las tecnologías de la información y la comunicación. A mayor tiempo de conectividad, mayor posibilidad de que la tecnología impacte negativamente en el cerebro, de allí que sea mucho más sensible el impacto de la neurociencia en este modelo laboral, donde transcurren más horas, de contacto permanente con las TIC.
-Habla de una trilogía inseparable que une al trabajo con el cerebro y la emoción. ¿Cómo es eso?
– Si, efectivamente, las emociones ocurren en el cerebro límbico, y unidas a la información, componen la memoria, de manera que no puedo recordar aquello que no vivencio. Durante el trabajo, mi cerebro consume energía, que es la glucosa y el oxígeno. Si mis tareas son repetitivas, rutinarias, el consumo de esa energía es menor; si en cambio hay tareas complejas, como situaciones de crisis, el consumo de las reservas es mayor. Es decir, actividades como el análisis, la priorización, la planificación, el pensamiento crítico consumen más energía, y la forma de recuperarla es a través de la gestión de mis emociones. Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.
-¿Cuál es el rol de los sindicatos en este nuevo esquema laboral donde crece el trabajo remoto?
-Los cambios en el mundo laboral involucran también a las organizaciones sindicales y suponen un desafío para las mismas. En el actual debate sobre el futuro del trabajo se critica al sindicato por cuanto su labor y gestión continúa desarrollándose como en el siglo XX. La tecnología ha cambiado el esquema de empleo típico, tradicional, por lo que el sindicato debe proteger a los trabajadores en el cambiante mundo del siglo XXI y en particular en la economía digital. El trabajo conectado remoto, exige un sindicalismo que esté atento y entrenado para reclamar el salario emocional, el trabajo por objetivos, la deslocalización del empleo y la importancia de conciliar la vida privada con la laboral.
-¿Se corre riesgo de que esta flexibilización en los horarios y las tareas termine derivando en una flexibilización de las condiciones laborales que pueda perjudicar a los trabajadores?
-Sí, siempre los excesos son negativos, y el riesgo de flexibilizar horarios y tareas podría ocasionar estar más tiempo conectado, más tiempo trabajando. Por eso la importancia del diálogo social, para que en la discusión paritaria estén incluidos los aspectos relacionados con la evolución de la tecnología, las previsiones sobre la incorporación de la inteligencia artificial y la robótica. Un esquema de trabajo diferente, que apunte al cumplimiento de objetivos y no solo la jornada laboral. También en este punto juega un rol crucial el método GNT que propone la "provención" del sistema nervioso y con ello el cuidado respecto al impacto negativo de las TIC en el trabajador.
-¿Cómo se hace para encontrar un balance entre el trabajo y la vida personal cuando estamos todo el tiempo conectados? Por más que el trabajador quiera desconectarse, puede ser difícil (o estar mal visto) que no conteste un WhatsApp o mail fuera del horario laboral. ¿De qué manera se puede solucionar esto, teniendo en cuenta que, a veces, no hay mucho margen para negociar estas cuestiones?
-La desconexión digital, es clave para el balance entre la vida privada y laboral. En algunos países como Francia, se lleva a cabo en forma normativa, a través de una legislación que la instala obligatoriamente, en otros se busca a través de diferentes métodos. Por ejemplo, con protocolos que introducen modelos de convivencia y comportamiento digital que implican espacios de desconexión, éstos justamente se desarrollan en los modelos de implementación de trabajo conectado remoto que llevamos a la práctica desde la Comisión TCR de USUARIA, (Asociación Argentina de Usuarios de la Informática y las Comunicaciones). El entrenamiento y la capacitación para evitar la tecnoadicción es muy importante, tanto a nivel personal como desde la acción del sindicato y la empresa.
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