Google, que está tan omnipresente y que parece existir "desde siempre" en el mundo digital, cumple apenas 20 años. Y en esas dos décadas pasó de ser un proyecto universitario a convertirse en un verdadero gigante informático.
Hoy cuenta con más de 150 oficinas en 160 ciudades, tiene más de 80 mil empleados, y el año pasado, Alphabet, su empresa matriz, alcanzó una facturación de USD 110.900 millones.
Los creadores de esta compañía son Larry Page y Sergey Brin. La idea surgió cuando ambos estaban en la Universidad de Stanford e internet todavía era incipiente. Quisieron generar un buscador que fuera capaz de "organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil". En ese entonces el buscador más conocido era Yahoo! que se lanzó en 1994.
En 1996 surgió BackRub, tal como bautizaron Page y Brin al buscador que dos años más tarde pasó a convertirse en Google. El nombre no es casual, sino que refleja el ambicioso proyecto que buscaron enfrentar. Deriva de "googol", un término acuñado por el matemático Edward Kasner en 1920 y que representa al número 10 elevado a la 100: una forma de representar la enormidad del desafío que tenían frente a sí.
Dos años después de su lanzamiento, Google ya se había convertido en el buscador más grande del mundo, con mil millones de búsqueda. La magia detrás del éxito fue su algoritmo, uno de los secretos mejor guardados de la compañía. En 2001 presentaron las búsquedas por imágenes, y al año siguiente surgió Noticias de Google con 4.000 fuentes.
En 2003 presentaron AdSense, un producto con el que avanzó en el mundo de la publicidad digital y donde hoy es uno de los grandes jugadores. En 2004 llegó Gmail y la empresa debutó en Nasdaq.
La gran explosión llegó entre 2005 y 2010. En el curso de esos cinco años, la compañía se expandió a pasos agigantados: lanzaron Google Earth, Maps y Street View; Google Apps, surgió Google Translate, Calendar, Chrome y el sistema operativo móvil. A su vez, la empresa compró YouTube, la plataforma de videos fundada por Steve Chen, Chad Hurley y Jawed Karim.
Google, que empezó como un buscador para organizar información, en pocos años creó una diversidad de productos que le llegan al usuario de múltiples formas: el móvil, la tablet o la computadora.
El secreto no está solo en el algoritmo del buscador y en la forma en que organiza la información, sino en toda la propuesta de personalización que ofrece a los usuarios gracias a los datos de hábitos y comportamientos que aprende el sistema con el movimiento digital del usuario. La personalización de la experiencia, potenciada por la inteligencia artificial, desempeña un rol central en los servicios que ofrece la empresa.
Los estudiantes universitarios devenidos en empresarios lograron crear un verdadero gigante digital que continúa en expansión. Va en busca de descubrir territorios desconocidos o inventar los propios.
Con esa idea surgió, en 2010, Google X, una división secreta desde donde se lideran proyectos totalmente disruptivos o moonshots, un término que se usa para referirse a ideas tan innovadoras que parecen casi imposibles de realizar. Uno de los proyectos que nació en esta división fue Loon, una iniciativa que emplea globos aerostáticos para llevar internet a zonas alejadas.
En 2015, nació Alphabet, tal como se llamó a la casa matriz que, desde ese entonces incluiría a Google (y a todos sus productos que cuentan con más de mil millones de usuarios activos) como su principal subsidiaria.
También forman parte del conglomerado de Alphabet la compañía de biotecnología Calico; Verily, dedicada a investigaciones médicas; Google Fiber, para producir una infraestructura de red de banda ancha de alta velocidad; GV (anteriormente Google Ventures)y GCapital; X, para la creación de productos innovadores; y Sidewalk Labs, pensada para generar innovación en las ciudades.
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