Para un informe especial sobre las condiciones de trabajo en la famosa, y polémica, empresa Tesla, Business Insider habló —muchas veces con reserva del nombre de los entrevistados— con 42 de sus empleados. Entre los detalles más llamativos sobre los hábitos del fundador y director ejecutivo Elon Musk se destacan que suele dormir debajo de cualquier escritorio, en cualquier momento, y que envía correos electrónicos con el acrónimo "WTF" (¿qué carajo?) como asunto, que causan pánico entre quienes los reciben.
El artículo abrió con la descripción de una noche cualquiera de la reciente primavera boreal, cuando Musk entró a su fábrica de automóviles eléctricos. "No estaba solo", agregó. Por si alguien dudaba de su fama de donjuán, el hombre que quiere unir San Francisco y Los Angeles mediante un túnel y conquistar el espacio con SpaceX, iba del brazo de una joven atractiva de pelo castaño.
La visita guiada por los casi 500.000 metros cuadrados donde se producen —y a veces, se demoran— los modelos de Tesla mostró que en "el reino privado" de Musk, "los límites entre la casa y el trabajo se borran, y nunca queda claro el método dentro de la locura", según la publicación. "Ninguno usaba equipo protector, como casco o antiparras, mientras caminaron por las instalaciones. Un trabajador asombrado vio cómo el par entraba a una sala de conferencias, donde los esperaba una cena romántica para dos, con mantel".
Todos los empleados —de diferentes niveles, pasados y presentes— coincidieron en una cosa: habían visto al propietario trabajando duro al lado de ellos, desde la madrugada hasta muy tarde en la noche, en cualquier lugar de la planta de 10.000 trabajadores, a veces dejándoles la impresión de que podía estar en todos a la vez. La ambición del personaje se transmitió a su estructura.
"Musk trabaja hasta que se tiene que arrastrar a algún rincón en las instalaciones para dormir un poco", según Business Insider. Distintos empleados describieron distintas siestas del CEO: "Sobre el suelo de la fábrica, debajo de un escritorio, en una sala de conferencias".
Miguel Carrera, un director de producción, dijo: "Está todo el tiempo por acá. Conozco gente que lo ha visto dormir en el piso. De pronto uno ve que todo el mundo se va de un lugar, y si mira notará que Elon es esa persona hecha un ovillo bajo el escritorio". Otro empleado, Jimmy Guajardo, mencionó una mesa cerca de un guardia de seguridad, donde se da el lujo de tener una manta y una almohada. "Pero nunca duerme demasiado en el suelo", agregó.
Un ex gerente dijo a la publicación que admira a Musk como visionario, pero que esos gestos —como trabajar 12 o 16 horas y caer rendido— revelan que es "malísimo en la administración" de empresas. "Debido a sus técnicas de management, la estructura administrativa entera de Tesla es complicada, terrible", detalló.
"Entonces algo que no están manejando bien se sale de control y se convierte en un problema gigante… Elon despide a algún ingeniero que tomó una mala decisión irrelevante, y Elon duerme en el piso de la fábrica hasta que el problema se arregle, o lo que sea. Una cosa simbólica. Pero eso no arregla el verdadero problema de raíz, que es la administración pésima".
Pero la ineficiencia, como se disfraza con el traje meritorio de largas horas de trabajo, funciona como una inspiración para los trabajadores, dijo Carrera. Un gerente de calidad de producto, Dexter Siga, coincidió: "No teme arremangarse y trabajar en la línea de montaje. Duerme por aquí. De verdad". Eso les demuestra a los empleados que Musk entiende que ellos trabajan duro también. "Tiene seguidores, gente que quiere dar la pelea con él", agregó Siga.
El reemplazo de las convenciones de la industria automotriz por los modales de Silicon Valley también se nota en las comunicaciones internas, desarrolló Business Insider. En lugar de respetar una cadena, cualquiera de los 40.000 empleados de todas las empresas puede comunicarse directamente con Musk mediante su correo electrónico.
La costumbre comenzó hace décadas, cuando los fundadores de HP explicaron que dejaban literalmente abiertas las puertas de sus despachos para que cualquier persona pudiera manifestar sus preocupaciones, sin hablar previamente con los gerentes ni temer represalias. En el caso de Musk, se trata de una "bandeja de entrada abierta".
Algo similar hace Jeff Bezos, el fundador de Amazon —y competidor de SpaceX por el espacio con Blue Horizon—, quien aseguró que todavía lee la mayoría de los correos de queja que le envían los clientes. Pero allí donde Bezos los reenvía, porque cree que merecen o es posible darles atención, con un signo de pregunta que indica "¿Te puedes ocupar de esto?", Musk lo hace con tres letras en el asunto: "WTF".
El acrónimo de What The Fuck? "causa grandes revuelos, y uno se pasa días detrás de un asunto que no era un problema real", dijo el ex ejecutivo de Tesla que también criticó esta práctica como mal criterio de management, porque los gerentes que reciben un correo WTF saben que el dueño pretende que dejen todo lo que están haciendo y se dediquen al tema.
"Darle a la gente permiso para enviarle un correo directo a Elon creó un montón de problemas en el trabajo cotidiano. Hay una razón por la cual existe la cadena de mandos", argumentó. Pero a otros, como la encargada de seguridad Cheryl Blackwell, de la planta de Tesla en Buffalo, estado de Nueva York, les encanta. "Nunca siento que no puedo acercarme a alguien con una idea", dijo. "Las líneas de comunicación están abiertas".
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